El proceso creativo es un camino espiritual. Esta aventura es sobre nosotros mismos, sobre lo profundo del yo, sobre el compositor que todos llevamos dentro.
Stephen Nachmanovitch
Este escrito fue realizado para la Certificación internacional en Biosíntesis, en noviembre 2023, Bs. As. Argentina. Conté con los valiosos aportes de la mirada de Gaston Rigo que lo enriquecieron.
En este trabajo analizaré fragmentos de sesiones de un caso Clínico, a la luz del marco teórico de la biosíntesis. Con la intención de reflexionar sobre posibles abordajes e intervenciones en la clínica desde la Psicocorporalidad.
Me apoyaré en el mandala de los campos de vida de David Boadella como mapa organizador. A la luz del mandala analizaré algunas intervenciones, y experiencias vividas en el proceso de acompañar al paciente, que llamaré Pedro para este escrito1. Espero puedan servir a la práctica de otros terapuetas y al campo de la Biosíntesis.
Mi abordaje y mirada en la clínica, está conformado y atravesado, por el entramado del trabajo personal, experiencias de vida, y diferentes disciplinas en las que me formé, principalmente,la psicología, la bioenergética, la biosíntesis, la terapia reichiana y las constelaciones familiares.
Uno de los fundamentos de la Biosíntesis, es la importancia de la integración y fluidez en las 3 capas embrionarias (endodermo, mesodermo, ectodermo) y en los
7 campos de vida. Boadella plantea que cuando hay integración se experimenta la sensación de salud y plenitud.
1 *nota aclaratoria: el nombre del paciente descrito en este desarrollo fue creado para proteger su verdadera identidad.
La terapia en Biosíntesis trabaja en la reintegración de los campos, el restablecimiento de lo desintegrado y desequilibrado, en búsqueda de una nueva conciencia de plenitud.
Para ayudar al paciente en este proceso de integración y contacto, es necesario que el terapeuta esté en contacto con su propia esencia, en resonancia consigo mismo, y con conciencia de sus propias heridas e interferencias.
Para que sea posible una real transformación debemos terapeuta y paciente, animarnos a tocarnos esencialmente como humanos. El trabajo en la clínica, desde la Biosíntesis, sólo es posible desde ese profundo encuentro vincular, que sana. Un encuentro en resonancia, de corazón a corazón.
«Mucho más importante que aquello que el terapeuta hace (intervención), o de aquello que dice (interpretación) es cómo se relaciona con el paciente. Es cuestión de crear un nuevo apego terapéutico (conocido como “alianza terapéutica”) y establecer una empatía no verbal. La empatía… como una forma de resonancia somática que se comunica a través del contacto visual del terapeuta, a través de la expresión facial, a través del tono de voz y …las cualidades del contacto.»2
El Mandala: Los Campos de Vida.
El mandala que presenta Boadella, está conformado por 7 dimensiones y 3 círculos concéntricos.
Las 7 dimensiones o campos de vida del mandala son: 1.movimiento y acciones, 2.respiración, 3.emociones, 4.relaciones, 5.lenguaje y pensamiento, 6.visión e
imágenes y 7.esencia. Estas dimensiones incluyen las potencialidades y conflictos de cada una, en lo interpersonal y lo intrapsíquico.
La esencia, integra a todas las dimensiones, y funciona como un imán en el centro del mandala, las otras seis dimensiones están todas interrelacionadas, y subdivididas a su vez en 3 grupos; lo emocional, lo motor, lo ideativo. Podemos
2 Boadella, David, Afecto, apego y entonamiento. 2020.
vincular estos, con las 3 capas embrionarias que fundan el desarrollo de la Biosíntesis: endodermo, mesodermo y ectodermo.
Los 3 círculos concéntricos, están conformados por:
– El centro, la esencia. El núcleo como corazón, lugar sagrado de todas las posibilidades y potencialidades de la esencia humana. Ese lugar sagrado que habita en cada uno. El ser, con sus valores y cualidades esenciales.
-Un círculo o capa primaria, que rodea el núcleo, donde se ubican los talentos y recursos de cada campo de vida. En este círculo es posible experimentar bienestar y armonía. Estas áreas están conectadas e interrelacionadas entre sí y todas son posibles puertas hacia el contacto con el núcleo, la esencia.
-Otra capa, secundaria, más externa, también interconectada, donde encontramos las perturbaciones, los aspectos en desarmonía, ya sea por déficit o exceso, de cada área. Aspectos defensivos, acorazados,que responden a las situaciones de la vida que fueron amenazantes, desorganizadoras privativas, y/o represivas.
La capa secundaria funciona como un sistema de cierre, de defensa y la capa primaria como un sistema de apertura.
La Biosíntesis plantea la importancia de trabajar desde adentro, desde los recursos del paciente. El paciente puede descubrir las fuentes de la sanación dentro de sí mismo. El terapeuta haciendo pie en la fuerza del paciente, lo acompaña a trabajar sus conflictos.
Al estar todas los campos de vida conectados, cualquier cambio en uno afecta o resuena en otros. Se puede comenzar a trabajar desde cualquier área, en función de la situación y necesidad del paciente.
Como camino a la esencia, y a la reintegración de las áreas, Silvia y David Boadella proponen la incorporación de la esperanza. La incorporación de la esperanza como posibilidad de salud. «Por ejemplo, volver a conectar con la esperanza en el séptimo campo puede conducir a imágenes creativas (6), nuevas ideas (5) y más confianza y
contacto con otros (4). La esperanza puede estabilizar las emociones (3) y fortalecer la respiración (2), para incrementar el nivel generalizado de energía y también el tono muscular, dando fuerza a la voluntad de actuar (1). Si se abre la puerta para que surjan tales recursos, la reintegración se hace posible.»3
La esperanza nos mueve a la esencia, la esperanza como un puente entre la existencia y la esencia”4
Cabe aclarar, que la división por áreas en este trabajo es a modo analítico, ya que el trabajo en terapia es integral e indivisible.
3 Boadella, David y Boadella, Silvia. A incorporação da esperança.IIBS
4 Liane ZInk en seminario virtual en Bs As 2022, de la formación en Biosíntesis de Argentina.
De la Egosintonía a la Egodistonía.
Un trastorno es de carácter egosintónico cuando las creencias que sostiene la persona van en sincronía con su personalidad, sus valores, sus principios, esquemas de vida, y no le generan malestar significativo
Por el contrario, un trastorno es de carácter egodistónico cuando las creencias que sostiene la persona van en contra de sus objetivos vitales, de sus deseos, sus valores, sus principios o esquemas de vida.
Cuando los aspectos están en egodistonía, se vivencian con cierto malestar o incomodidad.
En terapia, la egodistonía, es una puerta, una semilla que posibilita el cambio y la transformación. Es el reconocimiento de lo desintegrado o desequilibrado.
Pedro, en su demanda de tratamiento, trajo algunos aspectos egodistónicos que le traían malestar y angustia, sobre los cuales quería trabajar.
En el proceso terapéutico trabajamos sobre aquellos, y también, en identificar otros aspectos defensivos, que estaban naturalizados y acomodados. Para que esto sea posible, es necesario que el ego tome distancia de la problemática, y así poder dimensionarla, mirarla desde otro lugar, con otra perspectiva. Objetivizarla, ponerla como objeto de investigación en el trabajo clínico psicoterapéutico. Es la clave del inicio de un cambio profundo en la posición subjetiva del paciente. Transformar lo egosintónico en egodistónico, como primer paso en el proceso de reintegración.
Cuanto mayor es la desintegración de los campos de vida, mayor es la neurosis. “La neurosis es un colapso, un fallo en las condiciones de maduración, y una violación de los derechos básicos. Las defensas de carácter son medidas desesperadas, destinadas a garantizar la supervivencia y la continuidad del crecimiento, a través de la reafirmación de aquellos derechos por algún medio. Esas defensas permiten al organismo un funcionamiento limitado que sin ellas, delante de los traumas sufridos, no sería posible. Las defensas de carácter son operaciones de
reordenamiento, protectoras para con la vida. Cada reacción de defensa neurótica lucha por su vida y no puede ser vencida a la fuerza. Un niño que encontró los medios para protegerse de los traumas de la infancia no reaccionará volviéndose más saludable con el terapeuta que ataque sus defensas sin compasión. Las defensas necesitan ser ablandadas y derretidas, y el mejor aliado del terapeuta en este proceso es la vida latente de la persona con la que trabaja”.5
Desafiando creencias
De pensamientos y lenguajes confusos y defensivos a lenguaje y pensamientos claros.
En el proceso terapéutico trabajamos sobre una creencia de Pedro, que enunció así “ si alguien me asegura que no me voy a morir, me podría relajar”.
Era una fuerte convicción y certeza, que operaba en muchas áreas de su vida silenciosa e inconscientemente. Esta creencia se evidenciaba en un estado de alerta y tensión corporal, ansiedad, y sentimientos de profunda desesperanza y desconfianza.
Nos detuvimos en esta creencia/tendencia durante varias sesiones, intenté junto a él, ir descubriendo y exponiendo cómo, se anclaba en una ilusión. Una falsa promesa. La ilusión de que podría no morir. También incluía la renuncia a la posibilidad de relajarse en la vida. Relajarse, solo era posible, si la vida eterna estuviera garantizada.
Cabe aclarar que Pedro es una persona muy inteligente y racional, aunque estos pensamientos no tenían asidero en la realidad. Su creencia era tan fuerte y pilar en su vida, que resultaba muy difícil cuestionarla. Esta era una defensa, una manera que encontró para protegerse y sentirse más seguro en la vida.
5 Boadella, David. Tensión y estructura de carácter. Pag 13.
Trabajamos con mucho respeto y cuidado, honrando sus defensas, reconociendo la importancia y utilidad que tenían en su vida.
De a poco Pedro fue reconociendo que este sostén que lo había acompañado toda su vida, se volvía ahora incómodo, restrictivo y opresivo. Es decir, que se volvia egodistónico.
Un día en el consultorio, se preguntó sobre sus miedos de siempre, de una manera nueva. Así, comenzó a abrir un nuevo surco, una nueva posibilidad en su vida.
Pasó de una a convicción. que lo acompañó durante toda la vida,Si alguien me asegura que no me voy a morir, me podría relajar , a una nueva construcción, Sí sé que me voy a morir, ¿Por qué no disfruto la vida?
¿Por qué le tengo tanto miedo a enfermar o morir. si después no disfruto la vida?
¿La estoy desperdiciando?
Lowen en su libro miedo a la vida se pregunta: Si lo esencial a la vida es ser, ¿por qué eso nos asusta?.En todos los pacientes he encontrado este deseo de morir. Su fuerza es directamente proporcional al grado en que tienen miedo a vivir. La
inhibición de la vida es la muerte. Cada tensión crónica del cuerpo es un temor a la vida, un temor a soltarse, un temor a ser.6
Desde los campos de la biosíntesis propuestos por Boadella, podemos ubicar aquí un pasaje de los pensamientos confusos y defensivos a pensamientos claros.
Sí sé que me voy a morir, ¿Por qué no disfruto la vida?
Pedro comenzaba a hacer contacto con su esencia. Contacto con sus ganas de vivir en plenitud.
6 Lowen, Alexander. Miedo a la vida. Cap 4.El miedo a vivir y a morir.
Transformando imágenes
Hacia visiones e imágenes creativas
Pedro decía que lo que más buscaba en su vida, era estar tranquilo.
“Estar acostado en la cama sin hacer nada era el mejor estado para mi”.
En el proceso terapéutico fuimos trabajando esa tendencia, y de a poco pudo reconocer que sólo podía disfrutar ese estado, si se trataba de un momento acotado, seguido de activación. Si realmente ese estado se sostenía en el tiempo acabaría posiblemente en una profunda apatía o depresión.
Asimismo reconoció que esa creencia e imagen de sí mismo, acompañaba su estar en la vida con un cierto grado de apatía y desmotivación. Frecuentemente se despertaba por las mañanas sin motivación o fuerza para levantarse,
También esto era defensivo, y encubría un miedo enorme a su energía vital.
El temía ”quedar activado”, y no poder calmarse, este era el estado que más temía y padecía. Frecuentemente, Pedro, no podía dormirse, le daba taquicardia, ansiedad y miedo. No podía caerse en el sueño, (falling asleep) entregarse al sueño.
Todos estos síntomas, despertaban en Pedro el temor y la amenaza, de volver a revivir crisis de ansiedad. Crisis que padeció durante muchos años de su
vida. Comenzaron en su adolescencia y lo acompañaron hasta entrada la adultez.
Durante esos años vivió fuertes ataques de pánico, y una vida con muchas inhibiciones, limitaciones y aislamiento.
En contraste con su anhelo de estar tranquilo. Pedro, cada tanto vivía explosiones agresivas que le traían conflicto en sus vínculos- interpersonales-, y también consigo mismo.
En los momentos en que Pedro se enojaba y explotaba, se describía a sí mismo como un ”orangután”. El orangután era la imagen que utilizaba para representarse cuando sus impulsos agresivos, no eran reprimidos, ni inhibidos, y brotaban en forma explosiva, con gritos y golpes. Esa imagen lo avergonzaba y atormentaba.
En una sesión trabajamos con fotos. Le pedí que elija algunas fotos de su vida, desde niño hasta la adultez , que le fueran por algún motivo significativas. Miramos y reflexionamos sobre cómo se veía en las imágenes los cambios en su cuerpo, su energía, su postura. Así reaparecieron algunos recuerdos, y vivencias de su infancia.
Una foto fue muy significativa. Tenía 10 años y estaba trepado a un árbol, sonriente y con mirada brillante. Sus brazos estaban abiertos, como queriendo alcanzar algo y todo su cuerpo expresaba vitalidad y alegría.
A partir de esa imagen, vinieron a él recuerdos. Se reconoció en un niño muy deseante, curioso y activo, que contrastaba con los relatos de su historia y su propia autoimagen
Este hallazgo, o reencuentro con su niño vital, lo sorprendió. Vino acompañado a su vez, de reconocer el miedo y la incomodidad que sentían sus padres frente a su deseo y vitalidad.
Pedro pudo atesorar esa imagen de su niñez, que le permitió mirar con buenos ojos su propia vitalidad y deseo. Fue un bello puente hacia su esencia, hacia recuperar algo propio, que creía haber perdido u olvidado.
Un puente para que Pedro pudiera atreverse a volver a sentirse curioso, deseante y vital.
El correlato de las creencias e imágenes en el cuerpo.
Hacia movimientos y acciones apropiadas.
Boadella plantea 4 aspectos esenciales para el crecimiento y desarrollo. El Flujo o circulación de energía desde el centro hacia la periferia, la carga energética, la dirección y la contención de la energía o cualidad de los límites del organismo. “Cada uno de esos cuatro aspectos del metabolismo energético es esencial para un desarrollo saludable. El crecimiento, de la dependencia infantil a la independencia adulta, puede ser visto como un pasaje por cuatro fases, y cada una de estas fases está relacionada íntimamente con una de las funciones energéticas…”7
Pedro aprendió a lo largo de su vida, que sus impulsos y deseos eran peligrosos. Mientras crecía y se desarrollaba, hizo esfuerzos enormes de manera consciente e inconsciente, para aplacarlos y controlarlos.
En Pedro el flujo de energía no llegaba a la periferia, se observaba mayor carga en el centro del cuerpo y en la cabeza. La carga energética intentaba mantenerla baja a través de una respiración alta y corta. El enraizamiento en las piernas era débil, y
la dirección o descarga se encontraba inhibida en gran medida. El tono muscular poseía un alto grado de tensión, y funcionaba como retén de sus impulsos, al mismo tiempo, que hacía de barrera de protección hacia el mundo.
Un día en sesión mientras relataba una escena de su vida que lo angustiaba, le pregunté cómo lo sentía en el cuerpo y dijo: «Apretado en el pecho».
A partir del contacto con su propia tensión, le propuse usar el recurso del Cómo que propone Kelemman a través del ejercicio del acordeón.
Intensificando y distendiendo las contracciones musculares, se aumenta la carga, en busca de concientizar que es uno mismo, el que le da la forma al propio cuerpo, sentir y pensar. «Genéticamente nos dan un cuerpo pero nosotros también formamos ese cuerpo a través de nuestra experiencia y la forma en que nos usamos»8
7 Boadella, David. Tensión y estructura de carácter. Pág7.
8 Stanley Keleman. La Experiencia Somática.1997. Dsclée
Le pedí que apriete un poco más el pecho, también el cuello y la cara. Que lleve conciencia a cómo podía apretar y contraer más, todo su cuerpo. Luego que poco a poco, gradualmente, vaya dejando de apretar (no hacer otra cosa, sino dejar de hacer). Repetimos la experiencia varias veces: el recorrido de ir hacia apretar y dejar de hacerlo, subiendo y bajando la graduación poco a poco. Reconociendo todo lo que sentía, pensaba y pasaba en el proceso.
Este ejercicio le sirvió para hacer contacto con el grado de tensión y contracción que estaba acostumbrado a sostener en su cuerpo. Y cómo estaba íntimamente relacionado con sus creencias. Cuando apretaba sentía miedo y temor a enfermarse. Cuando dejaba de apretar sentía alivio y ganas de vivir.
“Cuando se dejan, inhiben o relajan modelos de acción que han perdurado y se han hecho automáticos y profundamente enraizados, se experimentan profundos brotes somáticos de sensaciones y sentimientos. Poderosas corrientes de respuesta que no son verbales. Estas respuestas son profundos acontecimientos internos que representan una etapa en el proceso de organización de uno mismo”.9
Luego de vivenciar este tipo de experiencias psicocorporales. Pedro, lograba reconectar con sus ganas de vivir, y expresaba mucho agradecimiento, hacia sí mismo, por el espacio y nuestro vínculo. Su mirada se ablandaba, sus ojos brillaban, además de que todo su cuerpo se percibía más habitado y pulsante,
9 Estanley Keleman. La experiencia Somática.
El reencuentro con la energía vital.
Hacia una respiración más plena y equilibrada y claridad emocional.
Para que Pedro se atreviera a sentir la carga y excitación hoy en su cuerpo debíamos trabajar primero la regulación emocional. La autorregulación, como camino para atreverse a elevar la carga en su cuerpo, aprender a tramitarlo. No solo carga física, sino también emocional.
Muchas veces Pedro traía recuerdos y escenas de su infancia. Describía a su madre con un comportamiento impulsivo, desbordado, con explosiones emocionales. Él había aprendido a inhibir sus propias emociones, y a su vez
internalizado que la emoción era igual a desborde. Como si esas palabras hubieran quedado asociadas, unidas y abrochadas. Desconocía la experiencia de la expresión regulada, amorosa en vínculo sano.
Era necesario que Pedro aprendiera, lo que Schore llama una “experiencia emocional correctiva” “Schore demuestra que las funciones regulatorias de la madre tienen dos aspectos:vitalización y relajación. La regulación interpersonal de la madre o del cuidador puede ser gradualmente internalizada por el niño a medida que va creciendo y va logrando “calmarse a sí mismo”. Este proceso está relacionado con
la capacidad intrapersonal de autorregulación a través de la función de contención del, ya maduro, cerebro derecho. Si el desarrollo temprano es perturbado por lo que Schore llama “trauma relacional”, en otras palabras, relaciones crónicamente mal adaptadas, apego inseguro (Bowlby) y falta de entonamiento severa (Stern), lo que se desarrolla son patrones de mayor “desregulación”. 10
En Pedro se expresaba la desregulación, como consecuencia de un daño relacional. Nuestro vínculo fue muy importante, para trabajar la regulación. Pedro fue confiando poco a poco en el vínculo, en el espacio. Con el tiempo se fue animando a abrirse y entregarse cada vez más.
10 Boadella, David. Afecto, apego y entonamiento. 2020
Nuestro vínculo, se volvió un lugar seguro, de sostén y validación. Un vínculo donde podía estar en intimidad, sin amenaza, donde podía expresar sus emociones sin sentir humillación, ni vergüenza. Podía expresar su fuerza y vitalidad, sin sentir peligro. Yo permanecía ahí, receptiva, en contacto, resonante con lo que él iba vivenciando.
Apoyados en nuestro vínculo trabajamos la creación de nuevas experiencias, donde podía habitar y transitar momentos de vitalidad y de relajación en contacto e intimidad. Luego de vivenciar estas experiencias en el consultorio, Pedro podría internalizar esa relación, y con el tiempo transformarla en autorregulación.
Trabajamos la regulación emocional, a través de nuestro vínculo, y también desde la respiración y el enraizamiento . “En Bioenergética se trabaja de manera permanente la profundización de la respiración. La respiración profunda, y junto con ella la instauración de este descanso intermedio entre exhalación e inspiración gira en torno a la posibilidad de que la persona se «sostenga sobre sus propio pies» y de ahí hacia una conexión emocional que no la desborde”.11
Cuando la respiración está equilibrada, es naturalmente armónica, el pecho y el abdomen se elevan sincrónicamente en la inspiración y bajan en la expiración.
En Pedro se observaba una respiración torácica, corta y alta, sostenida principalmente en el pecho, y en la inhalación. En relación al grounding, si bien las piernas eran fuertes muscularmente, no lograban apoyarse con confianza en sus pies y el suelo.
Trabajamos el grounding horizontal, con un ejercicio dónde él permanece acostado y apoya sus pies en mi vientre. Con cada exhalación intenta llegar a sus piernas y sus pies, sentir el contacto con mi vientre. Esta experiencia lo invitaba a sentir el enraizamiento sin sobreesfuerzo, hacer contacto con la posibilidad de existir, con un borde que contiene, enraizar y confiar, enraizar y relajar.
11 Rigo, Gaston. Bioenergética y Adicciones
Poco a poco Pedro se fue atreviendo a ampliar y profundizar su respiración. Dejó que se expanda y llegue a todo su cuerpo. Se animó a vaciarse y soltarse en cada exhalación. A confiar, en la calma pausa entre inhalación y exhalación. Y volver a tomar la vida en cada inhalación.
En el espacio terapéutico, Pedro iba desarrollando un sentimiento de mayor seguridad, al disminuir el nivel de amenaza y alerta, lograba permanecer en estados de mayor relajación y apertura.
Aprendió a regularse en función de sus necesidades y el contexto, ya no era necesario permanecer en alerta constante, podía oscilar, podía elegir, podía autorregularse.
Hacia mayor claridad emocional y relaciones de comunicación como diálogo.
El mundo emocional en Pedro fue siempre temido y vivido con peligrosidad, las emociones en él habían sido reprimidas, y aparecían casi únicamente de forma explosiva.
La desregulación emocional y dificultad vincular en Pablo se expresaba, en las explosiones agresivas que experimentaba. Estas le generaban conflicto en sus vínculos y consigo mismo. Sentía luego de las explosiones, por un lado, el alivio de la descarga, pero luego el peso de la vergüenza y el padecimiento, que lo atormentaba.
En sesión Pedro relató una escena donde explotaba y le gritaba a su hijo de 3 años y a su mujer. La forma en que describía la escena evidenciaba cierta distancia y disociación emocional. Decía: «me doy cuenta que eso está mal, y que a mi mujer le molesta”.
Con Pedro ya llevábamos varios años de trabajo terapéutico, teníamos construido un vínculo de confianza y una buena alianza de trabajo.
Apoyada en esa base, utilice el recurso de la imitación. Con respeto y cuidado, tomé su forma y plástica corporal e intenté ser lo más fiel posible a su manera de respirar, hablar y gesticular. Le pedí que observara que le llamaba la atención, en que se veía reflejado.
Pudo reconocer, que hablaba con tono monótono y hacía una descripción de hechos, en un intento de objetivación. Se dio cuenta que así evitaba sentir y responsabilizarse.
Boadella dice que “el modo como realmente elaboramos los sonidos de la comunicación es también una función del desarrollo del contacto. Para hablar articulada y expresivamente debe haber una coordinación rítmica entre los órganos del habla y la respiración. La columna de aire resuena en el pecho, la garganta, y
las cavidades de la cabeza. Si cualquiera de esas zonas está bloqueada, el flujo suave de la voz se interrumpe y resulta alguna forma de inhibición vocal”.12
Al poder verse en un “espejo” Pedro tuvo lo que llamamos un intsight o darse cuenta.
Desde el “insulto a la forma” en palabras de Boadella,se posibilita hacer un pasaje de la egosintonía a la egodistonía. Pedro pudo reconocer un patrón, un modo defensivo, y comenzar a moverse más allá de esa forma. Encontrar otras cualidades, recuperar su flujo, su espontaneidad. “Es muchísimo más útil sencillamente tomar más conciencia -dándose cuenta de cómo está ahora uno mismo- que tratar de cambiar o detener o incluso evitar algo que hay en mí que no me gusta.”13
Ese darse cuenta conmovió a Pedro. Para que pudiera acompañar sus emociones y hacerles lugar en su cuerpo, lo guíe y acompañe.
Le pedí que apoye sus pies en el suelo, que abra la boca para una respiración más profunda, que lleve las manos a su corazón y panza. Le pedí que sienta sus latidos, su respiración, su temperatura. Que perciba el movimiento de las manos a través de la respiración.
12 Boadella, David. Corrientes de vida, cap.10
13 John Stevens
La respiración pasó de estar controlada hacia una respiración más profunda y equilibrada. Ahora, estaba en mayor contacto con su cuerpo, con su pulsación, el flujo energético comenzaba a circular hacia la periferia, por todo su cuerpo, más allá de su cabeza. Desde ahí, en ese contacto, le pedí que vuelva a poner en palabras aquello que ahora sentía, y antes evitaba.
Dijo: “A mi me duele tratarlos mal. Me doy cuenta que no me hace bien».
Estas Palabras estaban ahora en resonancia con todo su ser, transmitía emoción, y contacto.
“Siento ganas de llorar”, dijo. Pero no sabía cómo dejar que eso sucediera y se expresara. Lo invité a hacer contacto visual conmigo, (facing). Nos quedamos unos minutos respirando en contacto. y ahí pudo fluir su emoción.
Expresó que se sentía seguro y acompañado con mi mirada. Pudo llorar, enraizado, sobre sus pies y en contacto conmigo. Pudo hacer contacto con su dolor, con lo que profundamente sentía. Pudo animarse a sentir, y expresar su emoción, en vínculo.
A modo de cierre
Estos son solo breves extractos de sesiones dentro de un largo proceso terapéutico. Pedro viene de un proceso de trabajo personal, acompañado por diferentes profesionales a lo largo de su vida. Además Pedro tiene un gran motor para seguir transformándose; el amor hacia su hijo. No quiere repetir su historia. Quiere aprender a integrarse y autorregularse, para preservar a su hijo. Brindarle un lugar seguro, contenido y afectivo, algo con lo que Pedro no había contado en su niñez.
Como Pedro, muchos llevamos en la vida la búsqueda de sentirnos integrados, en contacto con la propia esencia y en resonancia con otros.
Mi propio recorrido y experiencia
En mi búsqueda de sentirme más integrada, en contacto y resonancia, llegué a la formación en Biosíntesis. Con una especial intención de habitar lo sutil,con una necesidad de mayor contacto con la espiritualidad en mi vida cotidiana.
Mi encuentro con la Biosíntesis, lo ubico, en el hilo de mi vida, como una continuidad y profundización, de un camino que inicié 20 años atrás.
A mis 23 años, comenzó este camino de autoexploración y formación, primero como paciente de terapia bioenergética, y luego con mis estudios en la carrera de psicología y de la formación en bioenergética. Este camino transformó por completo mi forma de vivir y vincularme.
Así es que llegué a la biosíntesis con mucha experiencia y recorrido ya en la psico corporalidad, tanto como alumna, paciente, terapeuta y docente.
Hoy puedo reconocer, como a veces este recorrido, se volvió interferencia o resistencia en mi aprendizaje. Una sensación de “ ya saber”, se convertió en dificultad para poder tomar y contactar con mi vulnerabilidad e inseguridad. Como si me costara dejarme sorprender, dejar lugar para lo nuevo, soltar el control.
Es un rasgo mío que conozco y reconozco, parte de una defensa que encuentra seguridad en el saber, en el entender y en esa certeza algo se cierra, rigidiza y empobrece.
Una tendencia a resistir y cuestionar, un primer “no” ante el encuentro, que por suerte, de a poco se logra transformar en “si”. Primero algo se cierra y defiende, desconfía. Luego, como mi paciente Pedro, cuando se siente seguro en el vínculo y en el espacio, puede transitar su vulnerabilidad, con más apertura, con mayor relajación y entrega.
Mi experiencia en la biosíntesis fue y continúa siendo, de un gran enriquecimiento. Me permitió una profundidad y un contacto con lo sutil, con otra cualidad de contacto, conmigo, mis compañeros, mis pacientes, alumnos, … Otra cualidad de contacto y presencia en todos mis vínculos.
Hay tres experiencias que puedo reconocer como especialmente significativas en la formación de Biosíntesis.
Una fue, un ejercicio de enraizamiento horizontal que guió Josefina en una jornada de la formación (ejercicio que nombro arriba, realizado con Pedro).
Para mi fue una experiencia de útero. De contención, de paz, fue muy placentera y posibilitante. Una manera de enraizar totalmente diferente a la que suelo habitar. Me trajo mayor conciencia de mi tendencia a sobre enraizar, de mi tendencia a sostener desde el esfuerzo, en alerta. Esta experiencia me invitó a enraizar y confiar, a enraizar y relajar. Sentir el borde como contención, me daba libertad para sentir y explorar libremente, con un otro que me contenía y habilitaba.
Creo que es un punto muy importante a seguir explorando en mi vida, sentirme enraizada y relajada.
Otro ejercicio significativo, fue de Facing, en un seminario virtual que guió Gaston. De a dos, mirándonos, uno tenía que explorar lo que sentía al abrir y cerrar los ojos, junto con la inhalación y la exhalación, el otro estaba ahí con los ojos abiertos, disponible.
Me fue muy clara la ansiedad que sentía cuando cerraba los ojos, sentía temor a que el otro no estuviera ahí para mi. Cada vez que abría los ojos y lo encontraba era un alivio. Me permitió reconocer mi desconfianza, y mi ansiedad.
Lo asocio principalmente al vínculo con mi mamá. Mi mamá aunque siempre estuvo muy presente en mi vida, lo hizo de una manera muy narcisa, con mucha dificultad para reconocer y validar mis sentimientos, y necesidades, mi propio ser.
Una sensación de que mi mama no estaba para mi. Frente a esto desarrollé una gran adaptabilidad y falso self, que aún sigo tratando de desandar,
Otro ejercicio significativo fue en una jornada presencial, donde nos invitaban de a dos a apoyarnos en el regazo de un compañero. Este se sentaba apoyado en la pared, con las piernas abiertas, y el otro se apoyaba en su regazo.
Esta experiencia me contactó con mi dificultad en la entrega, en soltar el control, me aparecían mil indicaciones de porqué no estaba cómoda y que debía hacer mi compañera para que yo pudiera relajarme. Un montón de frases que comenzaban con “si esto o aquello fuera ….” . Cuando pude darme cuenta de lo que estaba haciendo, inmediatamente me despegué de las ideas, y pude sentir, el dolor, que me produce mi gran dificultad a entregarme profundamente.
Darme cuenta que muchas veces, creo que me entrego, o “hago que me entrego”, pero en lo profundo algo no confía, algo no se suelta. Hay un control, un alerta que me es muy difícil soltar y anhelo soltar. También percibo como otras veces logro relajarme por completo, pero deshabitandome, algo de mi presencia se retira.
Me gustaría aprender a poder habitarme con mayor presencia entrega y relajación.
Transferencia y Contratransferencia
Mirando mi rol terapéutico, puedo reconocer como muchos de estos rasgos y tendencias que nombré interfieren de alguna manera en mi práctica. Y se ponen en juego contratransferencialmente con mis pacientes. Son aspectos a seguir mirando y trabajando en terapia y supervisión. aspectos a los que tengo que estar muy atenta para que no se vuelvan interferencia. Con algunos pacientes me reconozco en mi tendencia a hacer, hacer de más, lo cual me puede llevar a hacer alianza con las defensas de mis pacientes, y no brindarles el espacio y tiempo suficiente, para su propio crecimiento. Esto se conjuga con mi elevada exigencia.
Otras veces dejo pasar algunas cosas, en relación al encuadre, por no confrontar. “Quiero ser “buena terapeuta”. Es decir, a veces no soy tan
buena terapeuta por “ser buena”. esto lo vinculo directamente con mi gran adaptabilidad y deseo de ser “buena hija”.
En relación a Pedro, no reconozco en el proceso interferencias de este tipo. Desde el primer día sentí un cariño que me permitió entrar en resonancia con él. Lo sentí muy comprometido y muy honesto, eso convocó mis ganas y mi posibilidad de estar disponible para él.
Agradezco a Pedro y a todos mis pacientes y alumnos por la posibilidad que me da, cada uno, de sanarme y transformarme en vínculo. También a todos mis maestros.
«Amor es promover la exploración de alguien más”. Es una magnífica definición para el amor terapéutico. El amor es promover, desarrollar. Es evidente cuando se ve a alguien promoviendo y cultivando la exploración de otro. “Exploración” literalmente significa “brotar”. La exploración es realmente la ameba extendiendo sus seudópodos. Entonces todo el proceso de mover a una persona desde la ansiedad hacia el placer, desde la contracción hacia la expansión, desde la confusión hacia la claridad, desde la interferencia hacia la resonancia»14
14 Cita de Russell y Russell en Corrientes de vida de Boadella, D.
Bibliografía
- Transferencia, Resonancia e Interferencia (1981) Autor: David Boadella Fecha: 2020-05-31
- Boadella, D. (2009) Corrientes de vida Madrid, Ed. Paidós (trabajo original publicado en 1993)
- Trabajos reichianos de crecimiento, Edmonson y Totton. Era Naciente,1994
- Boadella, David. Afecto, apego y entonamiento. 2020
- La Construcción del Ser a través de la Respiración y el Vínculo. Gastón Rigo. 2015
- Profundizando Nuestra Respiración y Fluidez. Gastón Rigo. 2015
- A Incorporacao de la Esperanza. Silvia y David Boadella
- Stanley Keleman “Anatomía Emocional”
- Lowen, Alexander. Miedo a la vida.
- La Niña en la Perla: Biosìntesis y el Abrazo a la propia Luz. Autor Paula Giordano.2019
- Los Campos motores y su aporte a la lectura corporal en Biosíntesis Autor: Lic. Paula Giordano- Dra. Paula Balbi