El Proceso Curativo y sus Paradojas, las Resistencias.

…Lo flexible vence a lo duro…

Lao Tse.

A través de la experiencia clínica constatamos la impresión de que ciertos movimientos, transformaciones y cambios, en el paciente durante el tratamiento, acontecen

y giran alrededor de las resistencias y su elaboración.

Es decir, el PROCESO de análisis pulsa a través de movimientos resistenciales.

David Boadella en su obra basada en la embriología nos habla del PROCESO madurativo del bebé. Este trae en sí la posibilidad de desarrollarse, es decir de pasar de una configuración de menor complejidad hacia otra de mayor complejidad, solo con una condición: existir en un espacio contenedor, la vida intrauterina. Es decir la madre y su ser incluído el útero se transforman en»campo organizador u organizante» del proceso madurativo del bebé. Por consiguiente las vicisitudes de la madre quedan incluídas en lo que será el proceso maduraivo del bebé. Tenemos entonces un proceso pulsante y un campo organizador que lo contiene. Estas nociones básicas de la biosíntesis que iluminan la vida misma son transferidas por el autor al campo clínico, delimitando el siguiente cuadro: un paciente en proceso de desarrollo, curativo, y un analista creando y proporcionando un campo organizador a través del cual dicho proceso acontece. De esta manera, (teniendo en cuenta una fuerte raiz winnicottiana, Gountrip, Fairbairn y las Teoría de las Relaciones Objetales) el trabajo clínico se va desplazando hacia las dimensiones del vínculo.

Esto significa técnicamente incluir lo interrelacional y abandonar progresivamente lo pulsional. Dejar la interpretación de la pulsión inconciente para incluir lo que nos sucede como analistas en el vínculo con el paciente.

De esta manera el analista, siendo campo organizador necesariamente ha de

incluir su subjetividad para trabar o destrabar las resistencias y con ellas el proceso

del paciente.

Lo interrelacional comienza a tener fuerza en la Bioenergética a través de

autores como Bob Lewis, Bob Hilton, entre otros, mediando los años 70, Guy Tonella entra en esta tradición. Misma época en que nace la Biosíntesis y Gerda Boyensen con la Biodinámica están en plena producción.

LO PARADÓJICO

Prestémosle atención a las resistencias y observemos su paradoja. Lo parodojal envuelve una contradicción. Por un lado el paciente habla, se expresa, se mueve y produce. Y por otro, en un instante, esa producción se detiene. Observamos su cuerpo y entendemos que

algo de su decir conllevaba una emoción que no fue expresada o fue «actuada».

Estaríamos aquí frente a una resistencia?

Si la respuesta es afirmativa diríamos que el ser en cuestión no estaría pudiendo dejarse

«afectar» por su propia emoción, es decir algo quedaría desintegrado de su

self. Freud hablaría de repetición («Recordar, repetir, reelaborar»).

Ahora bien, porqué el paciente resiste?, y cómo lo hace a través de su

cuerpo?

Si nos adentramos en esta exploración junto con el paciente vamos a descubrir tramos de su historia, a construir o reconstruir una cartografía de ese patrón: patrón

vincular, patrón de reacción, patrones musculares, respiratorios, en suma, coraza muscular y caracterológica, bajo el nombre de rasgo que en el transcurso del análisis se constituye como resistencia.

Parece ser que la resistencia se transforma en el análisis en un ordenador, un punto de

visagra a través del cual algo se detiene y algo avanza. y este movimiento aparentemente

contradictorio es central para ubicar la idea de proceso.

Algo se detiene: el ser en su expresión. Algo avanza: comprendimos porqué detuvimos, nuestros patrones defensivos. Gracias al detenimiento se abre una oportunidad.

En el porqué el paciente resiste y en el cómo lo hace combinados se

encuentra uno de los aspectos centrales del proceso psicoterapéutico corporal. Al prestarle

atención a la historia y/o los patrones vinculares actuales encontramos el porqué y al prestarle atención al cuerpo encontramos el cómo (patrones respiratorios, de movimiento, etc.). y esta combinación es al parecer una de las especificidades del análisis con base reichiana que tiene en cuenta los procesos de identidad funcional mente/cuerpo, o más actualmente nombrados como procesos psicocorporales del desarrollo.

De esta manera, «de ser un impedimento para el análisis la resistencia se

convierte en su recurso más poderoso» (Reich).

EL ANÁLISIS DEL CARACTER Y SUS ALCANCES SOBRE LO PRIMARIO

Reich en el Análisis del Caracter todo el tiempo está queriendo ubicar que la profundidad de un análisis va de la mano de la profundidad con que nos adentramos en las

resistencias, defensas del carácter, ya que es aquí donde se cristaliza el material infantil en su modo actual, creando y recreando mapas vinculares que son verdaderos escenarios de»acting-out», repeticiones.

Aquí tenemos toda una gama de comportamientos especificados en la

caracterología.

Ahora bien, siguiendo el mismo hilo que Reich respecto al análisis de las resistencias

caracteriales quisiera poner en cuestión y abrir de esta manera un surco de investigación, preguntando, qué

sucede cuando el famoso material infantil anclado en el caracter es

caótico?, es decir que pertenece a fases del desarrollo anterior al alcance de una motricidad

voluntaria global del cuerpo. En el “Análisis del Carácter” de Reich siempre observamos que el material infantil proviene y gira alrededor del complejo de castración; y que por lo tanto las actitudes caracteriales provenientes de esa etapa son construcciones psicocorporales con base en la motilidad voluntaria, ya desarrollada, de toda la musculatura y la conciencia de peligro. Dos elementos centrales para la construcción de coraza. De esta manera la «cabal ruptura de la coraza» cuenta con un organismo psicofísico desarrollado, capaz de reorganizarse en nuevas pautas de comportamiento.

Configurada esta pregunta nos vemos obligados a replantear cuestiones técnicas fundamentales a las especificadas por Reich para el análisis de las resistencias.

Insisto, la identidad funcional mente/cuerpo no varía. Las resistencias

siguen siendo explicitadas a la luz de procesos psicocorporales.

Pero, si consideramos que la resistencia consiste «en un impulso de ello cuyo desarrollo se trata de impedir y un impulso del yo a cargo de esa tarea», qué sucede

cuando exixste un yo caotico, subdesarrollado?, y cuando el análisis del caracter nos indica

desarmar la defensa del yo que en un punto no es otra cosa que desequilibrarlo?

Es como si Reich hubiese considerado que el yo nace desarrollado y no que tiene un proceso en el cual frente a la hostilidad del medio en etapas tempranas, arcaicas no posee un sistema neuromuscular que permita defender, con su aumento de tono y control muscular voluntario (a veces inconciente), su integridad. En estas etapas lo visceral, autónomo tiene más prevalencia. El bebé nace en estado de flexión muscular.

Su polaridad, la expansión, es un alcance del desarrollo que incluye la musculatura voluntaria y el final de un proceso madurativo psicomotor. Este dominio motor sumado a la conciencia de peligro preparan el terreno para activar defensas que constituyen «coraza muscular».

Considero aquí la necesariedad de la capacidad «resonante» del terapeuta, quien pueda

vincularse con su paciente para, en lugar de interpretar el significado actual de la resistencia,

pueda interactuar «dejándose afectar» con esa resistencia y expresar qué es lo que siente en

contacto con esa actitud de su paciente: puede decir «me siento solo» cuando un paciente se

desconecta en lugar de señalarle tan solo su actitud, o «me siento invadido» , cuando un paciente terminada la sesión sigue y sigue hablando vorazmente, o «vamos juntos a

pensar en esto que me decís», cuando un paciente en estado confusional me pregunta si es confuso, creando de esa manera un campo continente en el cual él pueda sentir que hay otro en quien apoyarse.

Reich cuestiona el sinsentido de interpretar el material infantil directamente antes de

interpretar el modo actual, ya que es aquí donde se cristaliza lo infantil considerando que el

paciente va a alcanzar un conocimiento intelectual de su historia pero nada va a cambiar en su sentir y en su vida. El ejemplo que él trae de su paciente que le sonrie

burlonamente es específico de esta cuestion, haciendo pasar primero el significado actual,

en el vínculo actual, de esa sonrisa y ubicando un sentimiento de sadismo y superioridad ahí, antes que mostrarle el significado histórico, en términos de material infantil como una defensa frente al miedo sentido en relación al deseo de su madre. Si él hiciera esto primero, el paciente hubiese entendido intelectualmente el tema pero con una sonrisa en su cara… sin que cambie nada.

Aquí nosotros estamos intentando avanzar un poco más y pensar que hay casos, o momentos clínicos en los que es indispensable ni siquiera interpretar el significado actual ya que bordearíamos la iatrogenia. La experiencia clínica muestra la necesidad de entrar en interacción con ese rasgo de carácter, o modalidad vinculante del paciente y a partir de esa interacción y el compartir nuestros sentimientos con el paciente, este pueda finalmente elaborar un «insight» de esa modalidad propia. El expresar nuestros sentimientos como analistas está siempre al servicio de ese objetivo.

Alcanzado este punto podríamos decir que algo del proceso psicoterapéutico estaría activándose, ya que el paciente estaría sintiendo en su propio cuerpo una forma habitual de comportarse tanto actitudinalmente como corporalmente y ese significado estaría apareciendo en el contexto de una interacción actual.

Lic. Gastón Rigo –Psicólogo-

Analista Bioenergético –CBT-

Biosíntesis

Biodinámica

Blibliografía sugerida:

Análisis del Carácter : Cap. III y IV . W. Reich

Corrientes de Vida. (D Boadella)

Entre Psique y Soma. (Gerda Boyensen)

El Lenguaje del Cuerpo (A. Lowen)

Lic. Gastón Rigo

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Dirección general: Lic. Gastón Rigo

Psicólogo UBA / Psicoterapeuta Corporal con Certificación Internacional

International Senior Trainer of Biosynthesis