Lo que sigue es el relato de lo acontecido en el último espacio de trabajo interno dedicado a la investigación psicocorporal desde el contacto… Y fragmentos de articulaciones teóricas.
Fue un Seminario de “Toque” a través de las manos y el vínculo (acontecido en julio 2015 en Vte. López, Bs. As.). Dedicado a la construcción de la subjetividad (del propio ritmo y pulso) a través del trabajo de Toque sobre los mecanismos corporales implicados en el proceso de la Respiración.
La Respiración es el puente de contacto del Ser con su Esencia.
Hicimos “trabajo de campo” con el fin de contactar nuestra Esencia, y desde ese “lugar silencioso” intentar ejercer nuestra función de Sanadores (para más detalles sobre la preparación de campo leer “Profundizando nuestra Respiración y Fluidez”).
La Sesión siguiente estuvo dedicada específicamente al trabajo sobre la respiración.
Sesión de Paloma (durante el Seminario)
La imagen final es la de una Paloma blanca que despierta y sale volando…
El nombre de nuestra paciente alude a que esa imagen es la que me surgió trabajando con ella hacia el final de la sesión.
Trabajamos con Paloma acostada.
Luego de que yo imitara el patrón respiratorio de ella (lo cual genera un campo de intención de estar y respirar juntos) tomé unos momentos para que mi cuerpo reciba su patrón respiratorio y poder captar desde mis vísceras su “estado interno” (“resonancia somática” de Kelemann o “identificación vegetativa” en Reich) observé su boca seca, pequeños movimientos en su espalda que daban la impresión de cierta tensión entre omóplatos y un pulso respiratorio intenso que connotaban en su panza cierta hiperexcitación de las vísceras. Cierta intranquilidad se notaba a través de la percepción de las expresiones de su sistema autónomo.
La vasculación del sistema autónomo entre simpático-parasimpático y su eventual regulación profunda (Reich, “La Función del Orgasmo”) son un “norte” en la brújula de la Biodinámica. Y su apreciación en el momento de la sesión configuran elementos “diagnósticos” claves. Cómo la persona respira (superficial o profunda), dónde está el bloqueo, cómo se encuentra el tono muscular (tenso o relajado), cómo se encuentra el estado psicoperistáltico (sonidos de agua fluyendo, rocas cayendo, viento soplando, o nada…). Todos estos elementos van a configurar simplemente una percepción del lado del Terapeuta que se irá modificando o no en el transcurso de la sesión o del tratamiento.
Continué el trabajo, pidiéndole permiso a su cuerpo en ser tocado, en ser alcanzado, cuestión fundamental cuando trabajamos con Toque en Clínica Psicocorporal. Puesto que el Toque crea un campo predisponente para movimientos energéticos transferenciales y contratransferenciales. En psicocorporalidad la regla fundamental de “abstinencia del analista” (S.Freud, “Consejos al Médico”) se ve trastocada “severamente”. Por lo que el lenguaje verbal a través de la pregunta, “¿Tu cuerpo acepta el contacto?, nos brindaría un borde que permitiría al paciente abrir su subjetivivdad en tanto aceptar o rechazar el Toque. Y abrir subjetividad a través del vínculo está en el centro del intento del proceso terapéutico.
Luego comencé a trabajar sobre la musculatura de la espalda denominada accesorios inspiratorios en esa zona: gran dorsal, romboide, trapecios medio e inferior, espinales dorsales.
Luego “boca arriba”, ella de espalda al piso, trabajé con masaje dinámico y “habilitador” los accesorios respiratorios del cuello y pecho.
El recorrido del trabajo fue primero entonces los “accesorios respiratorios inspiratorios”, luego los puntos de inserción diafragmático a nivel columna dorsal y por el frente las costillas. Sumando algunas maniobras para ayudarla a exhalar con pequeñas presiones en el esternón.
Por últimos trabajé con presión suave, la inervación diafragmática autónoma a nivel cervical.
Esta acción devenida de trabajar previamente los accesorios exhalatorios e inspiratorios globalmente en el cuerpo, sumado a las pequeñas maniobras de presión en el esternón y estiramiento cervical o leves presiones en las costillas y la presión suave en la inervación diafragmática a nivel lumbar, hicieron que al llegar a la inervación cervical, todo el cuerpo estaba en disposición de respirar más profunda y relajadamente.
A este proceso lo denomino una primera fase de la “construcción de la subjetividad de Paloma” : el poder abrirse al “vínculo con mis manos” y un estar en ella más centrado y relajado.
En función de ese proceso y sólo por añadidura a él, sobrevino en Paloma un leve temblor en su mandíbula. Temblor que anunciaba cierta emocionalidad creciente en su ser: “tengo miedo y alegría a la vez”, señala Paloma.
En sincronía con su decir, pensé :“miedo a la alegría de la vida”. Lo pensé, no lo dije. Por lo menos con la palabra.
Pero sí mis manos hablaron a su cuerpo diciéndole: “vayamos hacia la vida…estás en lucha interna entre vivir o morir…entre nacer o no”.
Manos portadoras de una intención. La intención de habitar la respiración como bomba vital, constructora del self. Y no como propulsora de cargar un impulso bloqueado con el fin de llegar a su expresión y así a la “cabal ruptura de la coraza”, como señalaba Reich tanto en el “Análisis del Carácter” como en “La Función del Orgasmo”.
Reich siempre puso el énfasis en que para que el impulso emocional (con su consecuente representación) desaparezca o se inhiba es necesario un mecanismo inconciente (Freud, “Pulsiones y sus destinos”, “El yo y el Ello”). Este mecanismo en el plano somático es el bloqueo de la respiración. Con el corte en la respiración suspendemos el acceso a la emocionalidad. Por ende al motivar la respiración trabajando los bloqueos correspondientes se carga el impulso emocional. El trabajo sobre la respiración está en el centro de atención para conseguir el desbloqueo de la coraza en el pensamiento y práctica reichiana.
No olvidemos que Reich, fiel a una tradición freudiana, pensó al Ser desde la metapsicología y desde aquí arrancó con el aspecto económico y con él la función de carga y descarga de cantidades. El acorazamiento –o carga contenida- y la descarga fueron el eje de su trabajo clínico.
Reich creía (y en el pensamiento que desarrollo en este artículo, en parte también sostengo esa creencia) que la carga contenida y bloqueada en la coraza requiere del aumento de la respiración para su descongelamiento y su posterior drenaje en la expresión emocional y posterior trabajo verbal sobre la percepción de todo este proceso.
Pienso que la respiración y su trabajo terapéutico va orientado también no sólo para deconstruir coraza, sino también para construir self (o conciencia de sí).
Con qué herramientas técnicas terapéuticas contamos para tal procedimiento?
Qué significa que el trabajo sobre la respiración y su consecuente impacto sobre el aspecto económico, derive en un plano terapéutico al servicio de la construcción del self y no a la deconstrucción del psiquismo y su coraza?
Estoy proponiendo aquí un cambio en el campo de intención en el trabajo sobre la respiración.
Estamos hablando de un trabajo suave, en el que el paciente va integrando gradualmente pequeños cambios organísmicos y en donde fundamentalmente no se le invita a que mueva su musculatura voluntaria “voluntariamente” (tal como ha hecho tradicionalmente el Análisis Bioenergético y la Orgonterapia reichiana provocando tanta iatrogenia terapéutica), sino que se deje afectar por el contacto en forma de Toque y las corrientes de sensaciones internas que puedan advenir del mismo, y su consecuente “traducción” o aparición “externa” bajo la forma de “movimientos espontáneos” (“gesto espontáneo” de Winnicott)
Esta fue la propuesta de este abordaje con Paloma. Y sólo por añadidura a este procedimiento terapéutico advino un aflojamiento de la coraza y un impulso vital de miedo y alegría que fue encaminado durante la sesión, en el sentido de la vida y el vínculo.
Más tarde compartiendo impresiones, ella me manifestó que “algo” de ella que habitualmente se queda atrás pudo encarnar: “me viene la imagen de un quirófano”, dijo…y siguió: “cuando abrí los ojos y te ví (yo, sosteniéndole la cabeza desde atrás en la zona occipital) me dió alegría como si hubiese podido salir de atrás mío y entrar al mundo”. Soledad y quirófono. Dos significantes. Pienso, soledad en quirófano.
Siguió diciendo: “Como si en el momento hubiera estado hablándote pero para adentro sin que me escuches y te decía: ayudame a nacer…no puedo…no puedo…”
El Toque “provocativo” (ver “El Toque en Clínica Psicocorporal”) en pectorales mayores la ayudó a “encarnar”, aflojar la coraza que el miedo invitaba a construir en el cuerpo de ella.
Siguió comentándome: “como si te dijera: ayudame a nacer…y ayudame a querer nacer”.
Mi intención final en el Toque “provocativo” fue llamar a toda su potencia para poder nacer, que ella lo vivencie durante la sesión y así poder “configurarlo en su campo” (Healing de Bob Moore) y como aprendizaje en su cuerpo (Neurociencias: “Ágil Mente”, Estanislao Bachrach, y “Usar el Cerebro”, Facundo Manes).
Finalmente se levantó, cual luz blanca, hacia delante y estableció vínculo con la vida a través de una compañera tamando sus manos y en contacto ocular con ella.
… Impregnado el campo de alegría.
La Respiración como bomba vital, imprime al Ser la vida. Es lo primero que hacemos cuando nacemos y lo último que hacemos cuando morimos.
Bibliografía
-Gerda Boyensen: Entre Psiquis y Soma.
-Wihem Reich: La Función del Orgasmo (cap. VIII, apartado 2: La Tensión Abdominal).
-E. Souchard: Respiración.