La Psicoterapia Corporal individual con adultos, jóvenes y púberes interviene clínicamente con un encuadre que incluye: la palabra, el masaje y toque, vivencias corporales, movimientos y respiraciones, experiencias vinculares con el terapeuta, ejercicios de descarga y recarga de energía, visualizaciones y meditaciones, circulaciones de energía.
En suma, incluye tanto al cuerpo como la elaboración a través de la palabra.
El objetivo del proceso terapéutico es que el cuerpo del paciente como así también la relación con el propio cuerpo (del paciente) se transformen. Que conforme se modifique el ánimo, el cuerpo y la relación con el cuerpo también se modifiquen.
El cuerpo (a través de la postura, el tono muscular, el patrón respiratorio, etc.) es portador de una historia y también es portador de un presente, ¿De qué nos habla nuestro propio cuerpo en el momento presente?, ¿Qué información nos brinda a través de sus dolores y tensiones musculares y sensaciones de los órganos internos?
Para ese propósito es necesario despertar toda una sensibilidad desde el cuerpo.
Creando de ese modo una conciencia corporal que permite luego intervenir sobre el propio patrón respiratorio, entendiendo su origen y comprendiendo las causas de su perturbación. Ya que toda dolencia en el alma humana trae aparejado un trastorno en la respiración. Lo mismo acontece con los patrones neuromusculares encargados de sostener la postura psicofísica y el lenguaje corporal inconsciente. Al sensibilizarlos se propone ampliar la conciencia corporal y con ella comprender y acceder a nivel mental al entendimiento de la propia historia que dio origen a dichos patrones de modo tal de reconfigurar los propios patrones neuromusculares y respiratorio para encontrar el propio pulso y ritmo.
Estos son objetivos fundamentales de la Psicoterapia Corporal.
En la Psicoterapia Corporal Vincular, de Pareja se intenta esclarecer el vínculo de la pareja a partir de los bloqueos y modalidades vinculares acarreados a lo largo de la historia por cada uno de los miembros de la pareja. Esto significa responsabilizar a cada miembro de la pareja consultante con los propios aspectos deficitarios de sus patrones vinculares. Aspectos que han generado y «contribuido» a la gestación del conflicto en el vínculo.
El objetivo, a través de la palabra y experiencia terapéuticas es gestar la posibilidad de una transformación del vínculo a partir de los aspectos no deficitarios, más «sanos» de cada uno de los miembros de la pareja. Siendo los aspectos deficitarios aquellos lugares desde donde emergen demandas imposibles de satisfacer ya que provienen de los aspectos dañados del ser y contienen la ilusión de que al fin el otro miembro de la pareja se transforme en aquella figura primaria idealmente ajustada en sus respuestas a las propias demandas infantiles.
En Psicoterapia Corporal Grupal se ofrece un espacio en donde se abren múltiples posibilidades para el proceso de desarrollo personal, ya que abre el juego y la creación en grupo. Por un lado, el trabajo corporal experimentado en grupo facilita la resonancia entre cuerpos aumentando la intensidad de la vida, a la vez que facilita profundizar en el propio ritmo u pulso. La implicancia e identificación con el dolor del otro brinda la posibilidad de sentir empatía, y a la vez consolidar el propio espacio personal, diferenciándose cada participante en cuanto a los tiempos internos y procesos vitales de cada persona.
Los acontecimientos vividos por los miembros del grupo en su vida personal son expuestos como material de la sesión y al re-experimentarlos a través del cuerpo en «escena dramática» generan la posibilidad de encontrar nuevas miradas, nuevos sentidos y significados. Esta nueva perspectiva de la escena/acontecimiento permite transformar a la persona al encontrar nuevas posibilidades perceptivas.
Otra modalidad de intervención es la La Terapia Somática, ejercida por los terapeutas somáticos (no psicólogos). Esta ofrece un espacio de sensibilización corporal al consultante. Dicha sensibilización a través de la respiración, el movimiento y meditaciones (con distintas visualizaciones) ofrece la posibilidad de regular tanto el patrón respiratorio como los patrones musculares y mentales habituales.
Al regularlos se propone el objetivo de obtener serenidad (al encontrar pausa respiratoria), calma (al despertar un tono muscular adecuado a cada momento de la vida) y paz (al silenciar los pensamientos).
Es un espacio dirigido fundamentalmente al cuerpo, en la consideración de devenir a ser un espacio complementario a la psicoterapia, o con la posibilidad de generar una derivación hacia la psicoterapia corporal (ejercida únicamente por psicólogos/as). Pero en sí mismo es un espacio que se propone la creación de una mejor calidad de vida del consultante.
Todas estas modalidades que incluyen experiencias psicocorporales: psicoterapia individual, psicoterapia vincular, psicoterapia grupal, terapia somática son propuestas ofrecidas por este espacio a través de Centro de Atención a la Comunidad. Es necesario transitar una entrevista de admisión a través de la cual la Lic. Bárbara Makinlay -admisora/derivadora- determina la pertinencia de un tratamiento y se encarga de ubicar al profesional pertinente en términos de zona geográfica (o virtual) y honorarios.
