Sueños y Corporeidad.

No se puede penetrar la naturaleza de la conciencia de vigilia sin observar el estado por el que el Hombre pasa durante el sueño.

Rudolf Steiner

Ensoñando los Sueños. Una Clínica Interactiva

Los sueños bajo la lupa de un paradigma psicocorporal son: “…un reflejo del sistema energético del paciente…”(Liane Zink, Trainer Internacional en Biosíntesis y Análisis Bioenergético- Trabajo presentado en el 1° Congreso Argentino-Brasilero de Biosíntesis, año 2001 –Sueños y Corporeidad).

Son una foto de la estructura energética y vincular del paciente.

Muestran cómo fluye la energía y sus puntos de bloqueo…un avión estallando en el aire y los fragmentos cayendo nos hablan de una configuración esquizoide fragmentada.” (Rubens Kignel, Trainer Internacional en Biodinámica y Biosíntesis- Trabajo presentado en el mismo Congreso, 2001).

El Análisis Bioenergético nos enseña, a través de Trainers como Jean Marc y Guy Tonella que el sueño es el espacio del cuerpo. Que desde la imagen onírica hay que volver a lo sensorio-emocional.

La Orgonterapia nos enseña a través de Federico Navarro que al dormir las tensiones musculares crónicas encuentran una oportunidad para relajarse. Cuando esto sucede la energía encuentra un camino propicio para fluir. Cuando el bloqueo es suficientemente fuerte, ese flujo se detiene y es ahí donde aparecen las imágenes oníricas conflictivas (o aniquilantes), siendo un mapa de la lucha caracterial o del self. De esa forma el sueño ofrece un mapa de la situación energética emergente y de los bloqueos del soñador.

Este escrito se presenta por un lado a partir de mi observación y práctica en clínica psicocorporal acontecida en los últimos 22 años contínuos. Y por el otro en mis búsquedas y prácticas a través de caminos de conocimiento.

Nutrido por la Biodinámica, la Biosíntesis, el Análisis Bioenergético y la práctica chamánica del Méjico Antiguo –durante los últimos 18 años-, en su tradición Tolteca, a través de discípulos directos de Carlos Castaneda.

Pretende tener más bien un intento literario, artístico y experiencial.

El intento es aportar experiencia al poner la misma en lenguaje escrito, orgánico. En fin hacer fluir mis corrientes ectodérmicas. Y colaborar así con el campo clínico psicocorporal creciente en Argentina sobre todo en las últimas dos décadas.

“Sueños y Corporeidad” fue el nombre del Congreso Nacional Brasilero de Biosíntesis en el año 2001 cuya sede fue Argentina y también punto de bisagra en mi comprensión de este tema. Luego, le siguieron seminarios de formación contínua en Análisis Bioenergético, y trabajos personales dentro del campo del chamanismo.

La bioespiritualidad anunciada por David Boadella, creador de la Biosíntesis, a partir de su contacto con Bob Moore –vidente- fue la semilla para poder integrar el chamanismo a mi práctica clínica. Para poder ubicar entonces al cuerpo energético (en términos del chamanismo) o cuerpo sutil , espíritu, en el horizonte de mi búsqueda. Y en el norte de mi brújula en la clínica.

Desde una perspectiva Transpersonal el Ser busca conciente o inconcientemente tener la experiencia de su cuerpo energético, su espíritu y quizás en sueños lo alcanza…entonces nos despertamos calmos y en paz…sanamos?!

R. Steiner nos enseña que el ser busca en sueños extraer del mundo espiritual las fuerzas para su existencia espiritual , así como en vigilia el ser busca en el mundo terrenal extraer fuerzas para su existencia física.

En psicoterapia, aquella que incluye a la bioenergía descubierta por W. Reich, el cuerpo es el lugar del sueño, es el espacio donde se desarrolla.

La psicoterapia anclada en la bioenergía es aquella inaugurada por Reich, heredero de un linaje psicoanalítico. Ese inicio creó un campo. Este escrito se encuentra dentro de ese campo que incluye a la Biodinámica, la Biosíntesis y el Análisis Bioenergético, que como escuelas prosiguieron el intento reichiano.

Es decir, mirar la energía tanto en los pensamientos como en el cuerpo y nutrirse de los adelantos del Psicoanálisis vincular y las Neurociencias. Conformando una especificidad única. Además incluyendo nutrientes del alma, a través de canalizadores y videntes que permitieron encuadrar al ser humano dentro de un marco espiritual que lo sostiene.

El marco espiritual en psicoterapia permite al ser-sujeto anclarse a tierra –grounding- y buscar comprender, encontrar y aceptar el propósito de su vida, tanto como enraizarse a “cielo” construyendo un campo de seguridad al sentir una frecuencia de amor infinito, esto es al campo orgónico infinito, o como se prefiera denominar, aquel “lugar” donde volvemos cuando cruzamos el umbral de la vida.

R. Steiner nos enseña que el sueño y el soñar son un “entrenamiento” para ese cruce que va de tierra a cielo y de cielo a tierra. El ser retorna al mundo espiritual en la muerte y proviene de allí antes del nacimiento. Pues los sueños son en vida un ejercicio de ese movimiento. Y una posibilidad de crecimiento y evolución al desarticular patrones dasajustados y articularlos hacia un flujo en el amor.

La bioenergía se expande hacia la periferia del cuerpo y más allá de él, en la muerte.” W. Reich, El Asesinato de Cristo.

Creo que Reich aquí alude a la existencia más allá de la materialidad.

Nombrar algunos indicios del marco conceptual de este modo de hacer clínica nos sirve para luego poder integrar distintas “capas” de sueños del soñante. Y a la vez al tener presencia de este marco de referencia en nuestra conciencia, luego cobra fuerza en un campo de intención.

Y el Campo de Intención es determinante en cualquier Acontecimiento en la vida y por supuesto en el consultorio con un paciente. La sesión es un acontecimiento.

Y desde este marco de referencia entonces, estaríamos en un determinado plano del trabajo clínico, intentando ensoñar con nuestros pacientes sus sueños: entrar juntos a ese territorio del sueño, siendo algunas veces parte –objeto- que completa la serie psíquica del paciente en la trama vincular, conflictiva o aniquilante.

El poder de la intención del terapeuta es determinante para la construcción de un campo de sanación. Y es muy distinto tener una intención clínica de rearticular zonas cerebrales al trabajar el trauma expresado en el sueño, por ejemplo desde las neurociencias que tener la intención del vínculo y/o de lo espiritual, el inconciente reprimido, etc.

El Ensueño y el Sueño

Ensoñar para los Videntes del Méjico Antiguo significa la capacidad de mover la percepción con todo el cuerpo a otro sitio del habitual. Si esa percepción tópicamente se ubica en el pasado, se trata entonces de recordar con todo el cuerpo. Y es interesante porque en este “recordar con todo el cuerpo”, volvemos a estar ahí…despertando toda la sensorialidad que vivimos en ese momento con sus respuestas motoras tanto autónomas como somáticas. Y si tópicamente la percepción se ubica en el “futuro”, pues vamos allí con todo el cuerpo a ensoñar un nuevo mundo subjetivo para nosotros, es decir a tener todas las sensaciones correspondientes a esas imágenes que anhelamos.

Ensoñar parece ser una sensación, un proceso en nuestros cuerpos, una conciencia de ser en nuestras mentes” C. Castaneda –El Arte de Ensoñar-

Si el conflicto está enraizado en el cuerpo, o el aniquilamiento del self temprano anudado a él, pues el sueño no es otra cosa que la percepción por parte del soñante de las corrientes energéticas en el cuerpo tanto del conflicto como del déficit o del trauma.

La Biodinámica nos enseña a llevar las imágenes del sueño al cuerpo otorgándoles fluidez, espontaneidad. Luego de que la presencia del terapeuta bajo la forma del toque haya permitido conectar cierto flujo de las corrientes energéticas que dan lugar a la sensación.

Las imágenes oníricas son la presentación de esas corrientes bajo la forma visual. El relato del sueño, su representación. El trabajo clínico intenta reinstaurar esa presentación durante la sesión con el objetivo de completar -en términos de lo desintegrado del self- lo desplegado en el sueño. “…pedazos de vida desregulados, que todavía hoy buscan ser regulados. La forma del sueño viene del cuerpo y de su historia.” Guy Tonella.

Por eso en los sueños de trauma o aniquilación el soñante se despierta de súbito. Porque está ante una aniquilación… “Ah! me desperté y tenía palpitaciones, sudoraciones, etc… muy angustiado…” Este ser tuvo una pesadilla con toda la descripción psicopatológica del shock cefálico.

Cuando no hay despertar con angustia masiva estamos ante el déficit y el conflicto, …me desperté y luego recordé que soñé…”

Ensoñando a Florinda

Florinda sueña con que entra a una casa y algo no está claro. Hay un grupo de personas amenazantes. Algo faltaba en esa casa. Se encuentra en un cuarto con mujeres, más luego se levanta porque escucha ruidos en la sala contigua. Hay un hombre en sombras…”

Florinda me cuenta el sueño en un relato descriptivo. Con el mismo tono mental con que venía hablando, inclusive hace hincapié aquí o más allá del relato del sueño. No hay un detenerse “orgánico” en su relato, implicarse.

Le pido que me lo cuente de nuevo, esta vez, dejándose afectar por lo que sucede en el cuerpo cuando me lo cuenta, en primera persona y en presente. La invitación es que esté “ahí” con todo su cuerpo, “recordando” con todo el cuerpo.

Ahí sentada me lo vuelve a contar. Cambia su respiración. Ya el relato del sueño es otro respecto del inicial:

-“Me acerco a una casa…algo me atraía, me invitaba a entrar…”

Le pido pausa: -“cómo es en el cuerpo?” -le pregunto…

– “No sé… cierta ansiedad” me responde…Continúa …“el cuerpo se me agranda”…entro a un cuarto con cinco mujeres y me siento en ronda”…

Fíjense cómo el relato vuelve a modificarse respecto del anterior.

– “Qué sentís en ese encuentro?”- le pregunto.

Me responde: -“…bienvenida…contención”.

– “Continuá el relato”, la invito.

-“Algo me llama la atención del resto de la casa…cuando me levanto de la ronda a abrir la puerta, escucho ruidos en la sala de al lado…”.

– “Qué pasa en el cuerpo”- le pregunto… No hay respuesta, sus sensaciones se detienen. Se la ve más tensa, respiración detenida.

Nos estamos acercando al nudo: será de conflicto o aniquilación?

Tercer momento: le pido que se acueste y me vuelva a contar el sueño, esta vez con los ojos cerrados.

Ya acostada, su cuerpo entero está en el sueño. Respira medianamente agitada, hace pequeños movimientos.

Vuelve al relato ampliando sus sensaciones.

Algo la detiene en particular cuando en el sueño se levanta del círculo de mujeres y va al cuarto contiguo, encontrándose en penumbras con un hombre, que a la distancia y entrando al cuarto se le presenta como amenazante: “…hay un hombre en sombras”.

-“Vinculate con ese ser”. Le propongo esto en la intención que explore y profundice la “conciencia para abajo”, es decir de la imagen hacia el cuerpo a nivel de la sensación.

Es importante recalcar que lo particular de este enfoque tiene que ver con prestar atención en qué parte del sueño, en dónde el soñante tiene suficiente energía para afrontarlo.

Aquellas partes que él recorta en sus sucesivos relatos son propiedad de la resistencia. Sabemos que el inconciente se manifiesta de manera distorsionada (pero de alguna manera al fin!) en el sueño, ya que el deseo le trae ciertamente un conflicto al yo por eso tuvo que caer en la represión o disociación y por eso retorna en sueños. Como una magnitud de energía –la del deseo o del trauma- no procesada ni descargada.

Pues bien, en su relato vuelve a distorsionarse u olvidarse porque estamos bajo el imperio de la resistencia.

Entonces si el paciente no se enfoca en una parte es porque está resistiendo, y si está resistiendo, no tiene suficiente energía para trabajarlo, para entrar al flujo de sus sensaciones, emociones, sentimientos, asociaciones. Su energía está puesta al servicio de la resistencia, por lo menos en ese punto.

Este enfoque no provoca a la resistencia, no intenta transgredirla.

Más bien intenta estar en el flujo de lo que acontece ahí en el cuerpo del paciente y en el vínculo con el terapeuta en el caso que éste intervenga de ese modo, mientras se desarrolla el relato orgánico y desde ahí si algo de la resistencia se disuelve será por añadidura.

Vuelvo al sueño.

Le propongo que se detenga en el hombre en sombras porque algo en ella le permite acceder a ese lugar. Tiene suficiente energía para afrontar el conflicto.

Se vincula con ese hombre.

Al proponer esto vamos a ampliar el espectro de conciencia de esa parte del sueño y trabajar lo amenazante de ese encuentro.

Estamos proponiendo construir un arte: el de ensoñar. “Los videntes del Méjico Antiguo lo llamaron la atención de ensueño, o la capacidad que adquieren los practicantes para mantener su conciencia en los objetos de sus sueños” C. Castaneda –El Silencio Interno-

Digo ampliar porque durante el sueño se trataba de alguien amenazante y nada más…ella se despierta ahí. Lo cual me trae la pregunta de si fue un sueño de angustia, aniquilante-traumático o no, de conflicto. Quizás un trauma episódico y no del desarrollo.

Veremos si este escrito puede responder esa pregunta…

Cuando comienza a vincularse en sesión con ese hombre/situación amenazante, lo primero que aparece es una sensación de frío en el brazo y mano derechas. La sensación de “frío” significante enunciado por ella, no se extiende en ninguna emoción –es decir, no significa nada-. Ella no puede articular nada ante mi pregunta.

Le pregunto dónde ubicaría a ese hombre en el campo. Y ella me responde a su derecha. Me coloco en ese lugar, siendo parte de su serie psíquica entonces a partir de allí.

Le propongo que abra los ojos y observe qué le pasa.

Me mira y detecto, a través de lectura vincular y corporal, cierto miedo en sus ojos- y me pregunta: -“que querés?…a que venís?”…

De mi lado sostengo la tensión del momento, respirando, estando en mí, vaciándome de sentido…simplemente. En este punto, me transformo en objeto para ella. Objeto a través del cual ella pueda trabajar, ligar, procesar lo no regulado en su “historia” hasta el momento. Mi cuerpo se transforma en herramienta. Estamos ante el “uso del self del terapeuta” al servicio del paciente.

Comienza a hacer un gesto de apartarme con la mano-brazo, lentamente y espontaneamente. Le sugiero que amplifique el movimiento (“Flujos de la Forma y Posturas del Alma”, Boadella) y así ejercer el campo de extensión en el sentido del rechazo.

Lo hace y comienza a registrar calor en su mano-brazo. Esa sensación, “calor”, enunciada por ella es un verdadero significante que recubre su campo hace un instante en “frío”. Y así como el significante “frío” no tenía ningún significado integrable para ella en términos de un sentir, el significante “calor” cobró significado para ella de inmediato ante mi pregunta: -qué sentís con ese calor? Indudablemente respondió: -“bronca”. Es un movimiento de “conciencia para arriba”, o sea del cuerpo a la mente, de la sensación a la palabra.

Le propongo que se levante para que pueda confrontar esta situación de pie, más enraizada en su mundo adulto. De esta manera le dí anclaje al campo de extensión en el ejercicio del rechazo.

Comienza a ejercer rechazo con ambos brazos. Amplifico la experiencia energética acercándome a ella de manera amenazante con un almohadón sostenido en mis dos brazos. Ella me empuja con toda su fuerza sacándome de su campo, mirándome con odio y gritando -“¡andate!”.

Luego llora profundamente y asocia espontáneamente con el anhelo de que aparezca un hombre en su vida y su temor a que eso no suceda.

Recién ahí sobre el final del trabajo, y con el fin de colaborar en la regulación de su sentimiento de miedo, vacío, anhelo y odio aparecidos durante la sesión y porque ella trae la palabra desde un lugar orgánico es que le interpreto, intentando dar a la palabra su valor orgánico y no defensivo. Que sea a los fines de organizar un campo de sentimientos y que provengan de lo orgánico, vivenciado. Regular un estado emocional, es también pensar en vínculo, en un tono de voz integrable para el paciente en ese momento.

El córtex cerebral, puede en sesión, limitar y regular con la palabra al flujo hormonal-emocional del sistema límbico, que inunda al organismo de emociones. Procedimiento que en el flujo del acontecer de la vida es difícil que suceda ante los episodios traumáticos en donde justamente lo que sucede es que el sistema límbico toma el poder del córtex y no al revés, como en sesión intentamos.

Hago esta aclaración por cierto desprecio que le ha dado muchas veces el análisis bioenergético a la palabra, siendo que la bioenergética nació otrora en contrapunto con un psicoanálisis que sobredimensionó el valor de la palabra.Y en ese sentido algunos terapeutas se han ido al polo opuesto movilizando al paciente sin luego integrar con la palabra y esto ha resultado a partir del registro de mucho pacientes, en cierta iatrogenia terapéutica. No solo por la movilización emocional en sí misma en pacientes con carencia de “coraza”, sino también por la falta de integración de lo movilizado.

Es importante reconectar a través del flujo ectodérmico palabras y pensamientos que den sentido a la experiencia para promover un campo de aprendizaje emocional. Y que la persona pueda luego, transformar su mundo a partir de ese aprendizaje.

Le digo: -“Ese lugar, el de mujer, parece ser a partir de tu sueño, está ocupado por tu padre muerto, todavía…” (cuando ella tenía 22 años, ahora tiene 39 y tres hijas con un hombre del cual se separó).

Entonces aparece como figura amenzante de su lugar de mujer. Él, en su inconciente, viene a robarle su femineidad, su posibilidad de estar con un hombre. Ella le pertenece todavía a su papá.

Sobre esto existe mucho material en lo que va de su análisis. Ella siente que el padre se murió mucho antes de lo que quisiera. Quisiera poder compartir con él momentos actuales de su vida, que sus hijas tengan abuelo, que les transmita parte de su herencia como linaje, etc. Ella manifiesta insistentemente no haber soltado al padre, “…cómo se hace?”, me pregunta llorando…Tema muy delicado, no?

El enojo con el hombre (padre) en el sueño es de origen sexual. Ella está frustrada en su sexualidad-vitalidad con su padre por eso el enojo. La sexualidad frustrada vira en enojo (por suerte!). Con el peligro de quedar enojada con el hombre y que entonces no aparezca nadie…

Pero si el enojo estuviese bloqueado, se iría hacia la depresión: Sexualidad frustrada, enojo disociado, depresión. Ese sería el camino y la transformación del impulso –Análisis del Carácter, W. Reich-

Por lo tanto la aliento a que contacte el enojo con el fin de llegar a la sexualidad, cuidando de que ese enojo no sea uno destructivo psicopático.Ya que ella también se presenta, a veces, como amenazante bajo la forma de una caracterialidad provocativa, transgresora (masopática?). Su pelvis está contraída, sus piernas le provocan dolor por tensión. Su cuerpo es provocativo, a través de su mirada brillante y todo el torso femenino, con su pelo largo….

Todo el tiempo mantiene una sonrisa en el rostro (sádica a veces?), burlona e irónica, haciendo comentarios que van al límite de la transgresión, tales como: “siempre que entro al consultorio te vas al baño”…con sonrisita burlona-sádica.

…de raíz Psicoanalítica

Voy un paso atrás. La investigación clínica psicoanalítica, tanto como la bioenergética, comenzó justamente con eso: la experiencia clínica y su observación y posterior esclarecimiento. Éste fue el ánimo e intento freudiano.

En ese intento el sueño se presenta como siendo parte de la producción deseante del ser. Su deseo en falta se le presentifica en imágenes oníricas. Por supuesto, y respetando las leyes del inconciente, éste resiste a ser develado. Por lo tanto las imágenes oníricas presentan el deseo del soñante de manera distorsionada.

Es tarea del analista junto con el paciente develarlo. El deseo, frustrado hasta el momento, le presenta un conflicto al soñante. Por lo tanto el conflicto y su solución son parte integrante de los sueños, digamos en un plano neurótico del desarrollo, -y caracterial en la visión bioenergética de Reich-. El inconciente conflictivo de Freud.

Cuando aparece el deseo y su aniquilación -la pesadilla-, estamos ante otro fenómeno que es el de trauma en la nosología del Análisis Bioenergético y la Biosíntesis.

Ahora bien, cómo develan al sueño el analista junto con su paciente, cómo le sacan el velo?

Por un lado, considerando al sueño no como un pictograma en el cual cada objeto del sueño “significa” algo ya preconcebido de antemano, bajo una universalidad de significados. Sino como un ideograma chino en el cual cada objeto tiene validez y fuerza subjetiva en el contexto de su combinación con otros elementos del sueño y las asociaciones en “palabras orgánicas” que tenga el paciente.

Esto es, las leyes del inconciente de condensación y desplazamiento: un elemento onírico condensa varios significados y a la vez, un significado está alojado en varios elementos oníricos.

De esta manera “respetamos la subjetividad” del paciente y nos movemos en el marco de una ética psicoanalítica, ya que este enfoque nació en el campo psicoanalítico y posee una raíz psicoanalítica.Tanto, que la psicoterapia corporal está ubicada en el marco de las psicoterapias psicoanalíticas en el punto donde se dispone a trabajar el inconciente, sus resistencias y las dimensiones transferenciales y vinculares.

…hacia lo Transpersonal

Y entonces agregándole un territorio “sutil”, “espiritual”, el analista puede intentar ensoñar junto con su paciente el sueño de éste. Estaríamos trabajando en el “campo” del sueño. Y en la consecuente investigación de qué tipos de “campos” se abren allí.

Siguiendo los movimientos espontáneos del cuerpo del paciente, alojando las imágenes oníricas en el cuerpo. Viendo que en el flujo de las formas se despliegan las posturas del alma.

Y estando en silencio en el proceso u ocupando un “lugar” aquí o allá para el paciente en la trama del sueño, el acontecimiento del sueño y su vivencia durante la sesión pueden ser suficientes elementos para construir subjetividad y destrabarla.

Es un momento de relación intersubjetiva, silencioso, de un diálogo no verbal pero profundamente humano, simple.

Como mencioné anteriormente, el ensoñar significa para los videntes del Méjico Antiguo, mover la percepción habitual. Cambiar el punto de vista de lo habitual. Ensoñar significa recibir con todo el cuerpo las magnitudes de excitación de una determinada percepción.

Si esa percepción se ubica en el pasado, en una línea temporal, significa recordar con todo el cuerpo. Al recordar con todo el cuerpo nos abrimos a las sensaciones, y en ese caso el cerebro no distingue si esa vivencia es actual, del pasado o no se ha vivenciado aún.

Por lo tanto las neurociencias nos hacen preguntar, cual es la realidad?…ya que el cerebro integra y sintetiza de igual manera algo vivenciado, como algo imaginado con todo el cuerpo.

Si imagino con todo el cuerpo estar en una playa y el calor de mis manos en la arena caliente, o efectivamente estoy en esa playa con la arena caliente, el cerebro va a funcionar de similar manera integrando las sensaciones. El recuerdo o la presentación de imágenes pueden crear en alguien las mismas sensaciones que si lo estuviera viviendo.

Estaría ensoñando.

Al proponer al paciente que se dirija con su atención y todo su cuerpo hacia las imágenes oníricas lo estamos invitando a que lo revivencie con todo el cuerpo y en ese acto crear y recrear las corrientes energéticas implicadas en el sueño.

El analista intentando un posicionamiento interno de vacío de sentido e interpretación, es decir desde una ética psicoanalítica (que hoy en día tiene su fuerza en el psicoanálisis vincular) y que en mi experiencia personal está vinculado al intento chamánico del Silencio Interno, va a dejarse afectar por esas imágenes también y en un acto de disociación instrumental va a intentar sentir ese espacio onírico de su paciente, pero desde el silencio, estimulando su cerebro derecho. Dejando de lado sus asociaciones o implicancias afectivas que lo colmen en cuanto a voltaje emocional.

En ese acto comienza a ensoñar con su paciente el sueño.

Pudiendo de esta manera ser objeto de tal o cual momento de la serie psíquica que se despliega en el sueño.

Puede representar el campo de un “atacante”, como ser el campo abrazador de una cueva que proteje. Siendo “atacante” y “cueva” imágenes oníricas.

Esto puede dar motivo para profundizar la temática desplegada en el sueño o elaborarla. Siempre estando al nivel de las posibilidades energéticas de su paciente.

Y por supuesto teniedo siempre presente con cuánta energía dispone él mismo para ensoñar…
…agradecimiento infinito

Este escrito refleja mi experiencia profesional en la clínica y en la vida.

Pienso que la literatura y el acto de escribir son manifestaciones del alma. Por lo tanto nos dan la posibilidad de crear y estar en contacto con lo artístico.

El escribir es un intento de nombrar algo innombrable, tratar de atrapar lo esencial, que es un vacío, el espíritu de las “cosas”.

Cómo poder nombrar lo que circula entre los cuerpos?

Esos momentos en que con mi paciente nos quedamos mirándonos en silencio. Cómo transmitir en palabras lo que sucede allí?

Agradezco al Espíritu lo posibilidad de ensoñar mi vida.

El deseo ferviente, manifestado en imágenes y sensaciones a lo largo de mi vida, de vivir en la naturaleza. Hoy me siento con la espalda apoyada en un árbol de mi casa y me recorre en el cuerpo y en las entrañas una felicidad increíbles. Mi Cuerpo Energético “sabe” que ensoñó eso durante toda la vida y hoy es una realidad.

Unos gritos de alegría y juego inconmensurables se acercan y me tocan el cuerpo, me agarran y me sacan de ese árbol y de repente me encuentro con mis hijos revolcándome en el jardín de mi casa.

Nuevamente me recorre en las entrañas una felicidad infinita y es mi alma nuevamente que “sabe” que ensoñó eso toda la vida y hoy es una realidad.

Y la voz de mi mujer compañera se acerca y en sus ojos, que miran lo que yo veo también en nuestros hijos creciendo, mi alma “sabe” que es eso lo que ensoñamos desde que estamos juntos y hoy lo estamos viviendo con todo el cuerpo.

O en mi consultorio con mis pacientes o dando un seminario de investigación psicocorporal veo los frutos de un ánimo que siempre sentí, el de trabajar con personas acompañando en sus procesos de crecimiento. Hubo una trama muy sensible y sutil que sin yo “saberlo” se fue tejiendo y hoy habito. Es mi alma en curso…

Y vuelvo a mí y a mi música y en los sonidos de la guitarra o de la flauta “veo” otros ensueños de expansión y de misterio…y simplemente suspiro de felicidad y libertad…tanto que a veces da miedo… Y sé que ese miedo son los recortes de mi historia que me limitan el amor de la expansión y la entrega..

Gracias a todos mis maestros –pacientes- y compañeros de todos esos caminos del alma en crecimiento!

…y Gracias a la vida…

Lic. Gastón Rigo, Psicólogo U.B.A

Psicoterapeuta Corporal con formación Internacional en:

-Análisis Bioenergético –CBT-

-Biosíntesis

-Biodinámica

-Sanación Energética (Sistema B. Brennan)

-Healing (B. Moore)

– Practicante de Tensegridad (Chamanismo de Carlos Castaneda)

Referencias Bibliográficas

-S. Freud: -La Interpretación de los sueños (Ed. Amorrortu)

-El Yo y el Ello (Ed. Amorrortu)

-W. Reich: -Análisis del Carácter

-El Asesinato de Cristo

-J Bowlby: “-El Apego y la Pérdida”, vol. III

-D.Boadella: -Flujos de la Forma y Posturas del Alma -artículo-

-Corrientes de Vida

-F. Navarro: -Metodología de la Vegetoterapia Caractero-Analítica

-G. Boyensen: -Entre Psiquis y Soma

-Ola Raknes: -Orgonomía

-F. Manes: -Usar el cerebro

-Jean Marc Guillerme: -Cuerpo del Sueño y Cuerpo del Soñador -artículo-

-Guy Tonella: -El Sí-mismo Interactivo -artículo-

-Trauma- Déficit- Conflicto

-W.Dyer: -El poder de la Intención

-R. Steiner: -Ciencia Oculta -cap III, El Sueño y la Muerte-

-C. Castaneda: -El Lado Activo del Infinito

-El Arte de Ensoñar

-El Silencio Interno

-Helen Gamborg: -Invisible Aspects of Healing

-Cuadernos de Estudios de Conciencia: Conversaciones con Bob Moore.

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Dirección general: Lic. Gastón Rigo

Psicólogo UBA / Psicoterapeuta Corporal con Certificación Internacional

International Senior Trainer of Biosynthesis