Violencia en la Terapia (2da parte)

Yo también enseño judo para chicos, y una de las cosas que aprendemos en el judo es no herir a nuestros oponentes. A los luchadores, se les enseñan maneras seguras de inmovilizar al oponente y, existe un método claro de demostrar sumisión, el cual es instantáneamente respetado por el luchador que está venciendo la lucha. El judo, mientras deporte, tiene como resultado una tasa bien baja de incidentes. Los golpes de judo son enseñados de una forma tal, que el golpeador levante su oponente por lo alto, evitando que, al tírarlo al suelo, se golpee con la cabeza. Los judocas alrededor del tablado son entrenados a sentarse con sus piernas orientadas para abajo, de rodillas, para qué nadie tropiece con una pierna que no esté distendida. Las lastimaduras son raras, así mismo con golpes clásicos, como la llave de brazo o la llave de cuello, pues la anatomía es siempre respetada.

El judo establece un alto nivel de control en sus luchas. Synanon, en principio, expulsaba completamente las luchas entre sus miembros, y toda hostilidad era trabajada solamente en lo verbal. Bill Schutz describió varias formas de confrontación física que son limitadas por reglas, incluìda la lucha de pulgar dinamarquesa, la caída de brazo y el cabo de guerra. George Bach agrega la lucha-bataca, en la cual las personas luchan con inofensivos bastones almohadónados. Èl escribe,…la ‘lucha-bataca’, como cualquier otro ritual, está comprometida con un consentimiento mutuo. Así, cuando existe alguna disparidad significativa entre los participantes, como entre padre e hijo, o entre un hombre adulto y un joven, o una mujer, los participantes deben negociar ventajas o limitaciones de armamento que equilibran las inadecuaciones físicas.

Otras limitaciones, también, son establecidas- por ejemplo: Los luchadores pueden querer acordar que ciertas partes del cuerpo no deben ser tocadas, como la cara o las partes genitales. Una zona de seguridad puede también ser establecida, en la cual el participante que estuviera cansado o indefenso se puede retirar por un tiempo(12). Él nos dijo, entonces, que cuando la agresión constructiva aumenta, la hostilidad rencorosa disminuye. Bill Schutz dedica 10 páginas de su libro Alegría (joy), en un relato detallado sobre una lucha física entre dos miembros de uno de sus grupos de encuentro en Esalen *, en California. La lucha es entre Mike y Ginny. Mike hace un tipo Marlon Brando, con una furia contenida, capaz de emerger en cualquier instante; Ginny era una mujer competitiva que fue voluntaria para una lucha física con Mike. Schutz así describe el episodio: Mike se sacó sus zapatos, se levantó enfrente de ella, avanzó en su dirección, y rápidamente enganchó sus piernas por detrás de ella, empezando a forzarla hacia el suelo, estilo lucha libre. Ginny lidio con èl desesperadamente, y los dos giraron alrededor, formando grandes círculos, hasta que Ginny, finalmente cayó. Ella se torció y se contorsionò hasta que, por último, desistió ante la fuerza superior de Mike. Èl la ayudo a levantarse, con su cooperación. En regreso ella, lo derrumbó al suelo con apenas una resistencia moderada; ella lo ayudó a levantarse, finalmente. Schutz gastò un tiempo largo determinando la psicología de cada participante, y lo que cada uno había ganado con la experiencia. Ginny dijo: yo confié en que Mike me iba a tirar al suelo sin lastimarme, como también confíe en mi entrenador por saber lo que él estaba haciendo.

Schutz agrega lo siguiente: Mike necesitaba confrontarse con su mujer incontrolable, y Ginny precisaba sentir la fuerza de un hombre que sostuviera sus sentimientos y su feminidad. El aparente peligro físico de esta actividad es, hasta ahora, más aparente que real. Yo nunca vì, en las muchas luchas que observé ningún abuso físico mayor que arañones. Cuidados especiales deben tomarse; pero, como ambos, Ginny y Mike, nos indican que las personas, normalmente no quieren lastimarse en una situación como está. (19)

– Agresiones y daños corporales reales

La creencia de los así llamados grupo sin límites es que las reglas de una lucha moderada, o las protecciones y garantías que tornan segura una confrontación, de cierta forma, no hacen que realmente la violencia de una persona sea encarada con todo vigor. Las posibles ventajas y desventajas entre participantes son desconsideradas, las seguridades son renunciadas, ningún límite es colocado, y cada uno es responsable por sí y por ninguno más. El resultado, naturalmente, es un drástico crecimiento en las tasas de heridas. En grupos donde las luchas sin límites son alentadas o permitidas, existen relatos de quiebra de huesos, rodillas heridas, cuellos distendidos – lo principal parece ser que usted no puede hacer un omelet sin quebrar huevos. Así, yo ya conocí personas caminando con muletas después de tales grupos; escuché hablar de personas que tuvieron que hacerse complicadas cirugías y restaurar funciones dañadas en sus juntas. El holandés Jorg Andreas Elten escribió sobre este problema, como sigue:

Algunos grupos, muchas veces, terminan con escenas de encuentros tan brutales, que los participantes dejan los grupos por no soportar la terapia de choque, y frecuentemente con heridas. Y sé de lo que estoy hablando por haber tenido, yo mismo, dos costillas quebradas en uno de esos encuentros. (20) El continúa diciendo que no se arrepiente de tal experiencia, porque lo ayudó a romper con rígidos condicionamientos suyos. Richard Price, el director de Esalen, prefiere ver este tipo de terapia de choque como una táctica de campo de concentración. (27) (ver apéndice 2)

En Londres, recientemente, discutiendo sobre esta cuestión de violencia, una mujer me dijo que su marido había ido a uno de esos grupos y golpeado a tres mujeres – él se sintió mucho mejor y aprendió algunas cosas útiles. Ella sólo no dijo si las tres mujeres habían obtenido alguna cosa de valor con esta experiencia.

En la comunidad terapéutica multimillonaria, Synanon, en los Estados Unidos, la prohibición original de la violencia física fue olvidada. Muchos relatos de castigos físicos y palizas de miembros (incluìdo niños) llegaron a las Cortes. Chuck Dederich, el fundador, está frecuentemente juzgado por conspiración de asesinato. (26)

Un bien conocido líder del grupo inglés, trabajando en el exterior, publicò una narrativa de un incidente donde un hombre quedó frenético en un grupo, y comenzó a golpear a otro participante en un acceso de furia maníaca. Miembros del grupo intentaron detenerlo, pero el líder no intervino, dejando proseguir la escena. El furor fue creciendo hasta el punto en que el hombre que estaba siendo atacado estuvo seriamente en riesgo; fue cuando el líder le dijo al atacante que pare y retome su energía, volviendo para adentro. El así lo hizo y experimentò un éxtasis momentáneo de total entrega; en este caso, al furioso ímpetu de matanza.

Las visiones del líder sobre violencia son dadas en el apéndice I.

– La sangre es la línea que separa la vida y la muerte

Es claro que una experiencia de lujuria Sangrienta, mejor se encuadra a un frenético del siglo 10, puede llevar al éxtasis y al samadhi, así como, sensaciones orgásticas han sido relatadas por atacantes sádicos en el auge de una agresión. Debe haber mejores caminos para el encantamiento.

En agosto de 1978, una larga narración sobre una terrible experiencia que aconteció en un grupo de encuentro, fue noticia al ser publicada extensamente por la prensa alemán. Una mujer alemana, llamada Eva Renzi, escribió el relato de abajo, que ella declaró ser verdadero. Los organizadores del centro, en el cual ella alega que hubo acontecido el evento, negaron públicamente la validez de su narración, y la denunciaron como histérica, fabricación y fantasía.

Hecho o ficción, su relato, en forma arquetípica, tiene todos los ingredientes de una bien estructurada experiencia de agresión. Su pesadilla mereces estudios, así como también todo «viaje mal hecho», por lo que tiene que movilizarnos en lo que concierne a las raíces del horror de la manipulación de la psique humana. Es también razonable decir que su experiencia encaja perfectamente en el concepto de grupo sin límites; y así lo es, realmente, si alguien añade otro ingrediente: el vandalismo grupal físico. Según Afirma su Relato, esta fue la causa de Eva de haberse convertido en víctima. Es así que ella describe su experiencia:

…el líder del grupo ya estaba esperando por mí. Me sentía podrida cuando entré en aquella pequeña sala sin ventanas… En la sala había 18 personas y yo solamente conocía a Jan, un holandés de 50 años. El líder se sentó, después de haber cerrado la gruesa puerta a prueba de sonidos…

«De súbito, una mujer se tiró hasta otra y gritó para ella:’ vos me enfermas. Vos sos una vampira. Vos asquerosa quiero arrancarte la cara’, y la golpeó. Yo pensé:’ esta mujer está viviendo sus sentimientos de odio reprimido por su madre’. En ese ínterin, dos mujeres y un hombre joven se levantaron. El joven se lanzó sobre una muchacha de más o menos 18 años, la tiró para arriba de los oídos, con las palabras:’ vos sos una caricatura de mí. Vos te crees mejor que nosotros, no es?! Vos sos la peor persona en esta sala!’   y entonces, apuntando para mí, él dijo:’ junto con vos, puta. También te va a llegar a vos!’. La nariz de la joven goteaba sangre, y ella intentaba desesperadamente protegerse contra los golpes. Entonces el líder tomó posición y dijo:’ vos tal vez pensás que tenés control sobre las cosas. Vos no tenés control ni siquiera sobre vos misma. Acá estás totalmente bajo control’.

Yo pensé que no había oído claramente, y dije espontáneamente, entonces:’ usted está conscientemente, desarrollando paranoia en esta muchacha. Usted no quiere nada más que crear total dependencia en las personas!’.

La muchacha con la nariz sangrando dijo:’ yo ya me entregué a esto, hace un tiempo largo’. Los otros exigían que yo me callase y cerrase la boca. Entonces, una pequeña pausa siguió. Yo tuve dificultades en no dejarme engañar, e iba de una esquina de la sala hasta la otra.

La sesión de grupo terminó con una escena histérica en el centro de la sala, en la cual estaba Jan el holandés; y comenzó con el líder diciendo:’ usted sabe que este es el fin de la línea. Todo lo que queda para usted, si no confía, es tirarse del edificio’.

Esto era una tortura mental, y me recordó a las prácticas de los regímenes autoritarios. Jan estaba depresivamente encogido. El temblaba y sudaba.’ cuando usted confíe, le fue dicho, recuéstese y cierre los ojos’. El así lo hizo – nosotros fuimos invitados.’   El que entre ustedes sienta alguna cosa por este hombre, demuéstreselo  a él’. Entonces, el grupo cubrió a Jan de cariño – yo también acaricie su rostro y lloré.

En el final, el líder nos pidió que buscásemos un compañero, que no hubiésemos aceptado, a lo que yo dudé. Entonces Jan se sentó junto a mí. El líder dijo:’ quiero que quede claro para todos que este trabajo no sucede solamente aquí en la sala, pero se extiende por las 24 horas del día. Y los pares que vayan formando ahora deben pasar, no solamente la noche, también la madrugada juntos’.

Cuando yo quise denunciar este tipo de interferencia en mi vida particular, me prohibieron abrir la boca. Los otros salieron; yo tuve que quedarme. Por varios minutos nos sentamos en silencio. Entonces, de repente, el líder dijo:’ tenga fe, yo siento un gran amor por usted’, y después de mirarme de forma penetrante dijo: ‘y no apenas espiritualmente’. Me fuí rápidamente.

En poco tiempo, Jan regresó y dijo que iría agarrar algunas cosas de su cuarto, que él iba a necesitar durante la noche. La situación era grotesca – yo tenía que pasar la noche con un hombre, que no había escogido, simplemente por haber sido decidido por un ‘superior’. Esa forma de actuar me decía que hacer; yo veía la situación sintomática. Las mujeres son exigidas de estar disponibles todo el tiempo.

Jan y yo estuvimos juntos durante la cena a la noche. Después de 2 horas yo me sentí cansada, y fui a dormir.

Al día siguiente yo aparecí para el grupo puntualmente. Dije una amigable ‘buen día’, pero un silencio congelado fue lo que obtuve como respuesta; me senté, entonces. El líder preguntó lo que había sucedido en las 24 horas anteriores. En ese instante, Jan se levantó de un Salto, me tiró para arriba y comenzó sin ninguna inhibición, a golpearme. ‘Puta!’ gritó, ‘vos me humillaste, con ese mal olor que tenés; yo te voy a matar!’ yo quedé horrorizada. Mi nariz comenzó a sangrar, entonces grite:’ si tu orgullo del macho está herido, es tu  problema’. Él me golpeó más todavía, rompiendo mi camisa y tirándome al suelo. Como un poseído se sentó encima de mí, y me empezó a golpear con los puños,  mientras apretaba mi cuello, gritó: ‘decí la verdad, sos una mierda!’.

Qué verdad? Vos estás fuera de sí? Estás hipnotizado!’ grité de repente.  Ahí él me dejó… Yo me levanté temblando, intenté hacer que mi nariz pare de sangrar.’ Mientras preguntaba: ‘este es un centro de desarrollo de una loca masculinidad?’.

Pensé que la locura había terminado, y ya se hubiese ido. Entonces, antes de cualquier cosa, se lanzó encima mío.’ exactamente esto’ él dijo:’ qué es lo que vos pensás que estamos haciendo aquí?’ entonces dos mujeres me agarraron, y, finalmente todo el grupo.

Mi único pensamiento es estar consciente. Grité: ‘déjenme ir! Yo quiero salir de aquí!’.

A una señal del líder ellos me soltaron. La escena de horror duro, por lo menos 15 minutos, y por toda la sala se veían manchas de sangre. Yo temblaba, y repetía que quería salir de ahí inmediatamente.’ pónganla ahí, en el medio’, ordenó el líder del grupo. En ese instante, grité:’ lo que está sucediendo aquí es un crimen!’

Mi mente estaba clara como un cristal, y yo estaba extremadamente concentrada. Algunas mujeres dejaron la sala, yo tuve que quedarme. El holandés dijo: ‘por favor, quédese’.

Yo no podía creer lo que estaba escuchando. Esta locura infectada de sadismo; este fanatismo con pretensiones de vencer el mundo; no he visto esto antes, en algún lugar?

Ellos me dejaron ir. Al salir, estaba rígida sólo vestida con un chal y mis ropas llenas de sangre en mis manos. Tomé un carrito, empujado por un hombre, que me llevó hasta el hotel. Cuando entré en el cuarto comencé a llorar desesperadamente. Al tomar una ducha las heridas de mi cuerpo ardían como quemando. 

Con mucha prisa arreglé mi equipaje y me fui del hotel. Tomé un taxi y me fui hasta una dependencia policial a hacer la denuncia. Después me fui al hospital a curarme las heridas. Cuando llegué a ver al Ministro del Interior estaba segura que muchas otras personas habían denunciado experiencias similares a esta a la Policía. (22)

-Verdad y Ficción

En relación al lugar donde ocurrió este grupo de encuentro, la policía fue a investigar al respecto. Todos los testigos negaron el hecho y dijeron que no recordaban nada parecido a tales hechos. De esta forma la conclusión de la policía fue que las declaraciones de Renzi fueron producto de su fantasía. 

Le escribí a Jan que es mencionado en la historia para preguntarle su versión de los hechos. Su respuesta fue muy corta: Eva Renzi estaba en un grupo, salió de la sala y generó una escena histérica. (24) 

Creo que el relato de Jan es correcto y coincide con lo que la propia Eva había dicho. De acuerdo a su propio relato:

  1. Ellos la dejaron salir de la sala,
  2. Estar lleno de ansiedad de muerte y terror por la vida de alguien, después de haber tenido tal pesadilla, puede perfectamente producir histeria en cualquiera de nosotros (en la definición del diccionario para histeria dice: excitación mórbida).
  3. Eva, de la misma forma que describió las etapas del proceso por el que pasó se ocupó de hacer una campaña llevando el proceso al conocimiento público. 

Es claro que siendo historias de horror reales, sólo la policía hubiese podido actuar. Un líder fue recientemente juzgado por haber estimulado la violencia contra individuos en su grupo.  

Si la historia de Eva es verdad o no, el lector debe evaluarlo por sí mismo, partiendo de lo que entienda de psicopatología humana y de ver o no consistencia en la historia. 

Es verdad que esa historia es demasiado fantástica, pero puede servir como aviso, como lo fue 1984 de George Orwell, una obra de ficción que nos ayudó a vislumbrar la enfermedad de la tiranía política. 

Aunque los miembros del grupo de Eva no hayan tramado encubrir la verdad, estas tramas son posibles. Hemos visto como en la comunidad Synanon con la influencia de una filosofía vigorosa o un credo alternativo, llevado adelante por un poderoso líder y sostenido también por un sistema de creencia o filosofía alternativa, haya fácilmente llevado a participantes de los grupos a abandonar su ética considerándolas como reaccionarias o represivas y a subirse al carrousel de la alegría de cualquier tipo de conducción guiada por dicho líder. Reich escribió: una persona simple, confusa y pestilente puede trastornar a un grupo entero de hombres y mujeres bien estructurados. (25)

Joel Kovel, en su libro, describe de qué manera el hecho de fortalecer la franqueza o la libertad de expresión es a veces tomado al precio de falsificaciones y percepciones limitadas. Esta tendencia, dice:… es muy fuerte en grupos que se fían en sus capacidades de superar sus facultades más críticas. De ahí la posible tiranía del grupo de encuentro- que impondría una atención intensificada, pero mirando poco las exigencias del grupo. Un miembro de este podría llegar a ajustarse a las exigencias de dicho grupo, por temor a quedar aislado,  simplemente reprimiendo cualquier capacidad de disentir con ellos.

Este miembro, entonces tendrà una mente clara, llena de pensamientos vivos, y limpia de pensamientos críticos y ruidosos. En este estado, el stress neurótico puede muy bien retroceder y los sentimientos de intimidad serán exaltados… con veneración por el líder carismático”(7). Confíe o tírese del edificio!.

El tema del Lavado de cerebro en relación al proceso grupal será estudiado con más profundidad en un artículo posterior llamado la muerte del ego.

 -Totalidad, Mortalidad y Responsabilidad

Aquellos que creen que la historia de terror contada por Eva Renzi es inventada y mentirosa y que su denuncia es producto de una imaginación distorsionada o de una mente desestructurada, pueden quedarse tranquilos. El centro donde esta historia ocurrió, desde ese momento, establecieron una norma restringiendo la violencia en el grupo donde no es más permitida ninguna lucha de ningún tipo. 

Además, justamente dos meses antes del incidente relatado por Eva Renzi, Jorg Andreas Elten relató un encuentro donde él participó en el que el líder incitaba a todo el grupo contra un argentino. El escribió:

Comenzó una lucha confusa; gritos sofocados, carcajadas, sordos ruidos de golpes en cuerpos desnudos, gemidos. Ya están todos encima de él, a las risotadas, gritando – es una escena infernal. Me quedo sentado en el almohadón y percibo que la joven japonesa tampoco participa – me siento un asco. Entonces el líder gritó: ´anda a juntarte con ellos´ .

El argentino gritó de manera terrorífica, no podía ni moverse. Los miembros del grupo estaban sentados sobre sus piernas y brazos, sobre su pecho y su vientre. Entonces, uno de ellos le tapó la cara con una almohada, él luchó por respirar con mucha dificultad pero lo intentó con desesperadas convulsiones”. Me fuí acercando pero no conseguí juntarme al grupo o seguir el impulso de ir en su ayuda. Quedé como paralizado, reviviendo recuerdos de experiencias nazis cuando estaba pupilo. (El asistió a una escuela nazi de elite la Napola en Naumburg). En aquel colegio pupilo habían escenas de peleas dentro del grupo como una prueba para que fueran más fuertes los que recién entraban. Eran ritos sádicos… el bautismo de los estudiantes de 1° año. 

El líder hizo que parase la pelea. El argentino se arrastró lloriqueando hasta un rincón de la sala, colocándose en una posición retraída, con la cabeza entre los brazos. El líder nos miró de reojo a mí y a la joven japonesa y nos dijo ¨sus energías fallaron, si uds. se hubiesen unido al grupo podríamos haber hecho algo de él.

Qué quiso decir con eso? El argentino debería haber hecho una catarsis? No sólo gimiendo o rechinando los dientes, sino a través de una gran descarga, lo que el líder llamaba de ´poner afuera toda la mierda´? Siento, cuando mis manos empiezan a temblar, que esas luchas no son nada chistosas, son atemorizantemente elementales. Estas escenas me deprimen, ya que forman una atmósfera de cámara de tortura. 

Finalmente, Jorg Elten percibió el propósito de esas horribles escenas: “en ese momento, comprendí que la violencia no era un fin en sí mismo, sino un medio de traer a las personas al aquí y ahora, a la totalidad, a la total atención.(28, 29) 

El grupo de encuentro que describe Elten y que realmente recomienda, es focalizado más directamente por la lucha, el sexo, el poder, la vida y la muerte. El líder que dirige un grupo así en el que no es raro ver huesos quebrados (un italiano tuvo una fractura de pierna al tercer día de trabajo de estos grupos) y personas desesperadas luchando para poder respirar, este líder tiene todo el poder en sus manos. Es un maestro de la vida y de la muerte. Por llevar a las personas al límite de sus capacidades, a quedar exhaustas y además, dentro de las profundidades del terror y del éxtasis, en los extremos de la existencia, en las mismas fronteras psicológicas, espera despertarlas. Por la destrucción de la máscara social que inhibe lo más crudo del ser humano, él ofrece una promesa de salvación. 

Esto puede ser mejor entendido como malabarismo político psicótico, cuando aquellos que no fueran salvados por la destrucción, son destruidos por la salvación.  

Los que están seguros que las experiencias de destructividad contadas por Eva Renzi son imaginarias, deben preguntarse si las tres personas que hasta ahora murieron en diferentes partes del mundo por causa de la violencia en grupos terapéuticos, también estaban fantaseando o deleitándose con la histeria (o si hubiese sido así, ellos habrían sobrevivido para protestar sobre lo que les había pasado). 

El primer caso ocurrió en un grupo en 1977 en Adelaide, Australia. Una mujer, en el medio de un montón de personas fue mantenida bajo una almohada y murió ahogada antes que nadie se diese cuenta. 

La otra muerte fue en Berlín, un tiempo antes del caso de Adelaide. Una mujer estaba reviviendo el momento de su nacimiento dentro de un rollo de alfombra en el que varias personas estaban sentadas. El tubo de nacimiento se convirtió en el tubo de la muerte. Ella también murió ahogada y los dos terapeutas que lideraban el grupo fueron sentenciados por homicidio involuntario. 

La tercera muerte ocurrió este año en un grupo en  Francia un hombre murió en circunstancias similares a la mujer de Adelaide, esta muerte fue noticia en la primera página de los diarios Le monde y Le Figaro.

Es claro que se pueden explicar esas muertes como accidentes u homicidios involuntarios y no como asesinatos. Sin embargo son productos circunstanciales del mal uso del poder, de la negación del uso sensato de protecciones y límites y de la inevitable escalada hacia la tragedia del potencial psicópata en los grupos terapéuticos.

Quién es el responsable? .Todos somos responsables. El líder ignorante, ultra provocador o categóricamente fascista. Todos son responsables. Aquellos que en vez de levantarse cuando ven que están siendo ejercidas brutalidades contra otros, mantiene sus bocas cerradas y se someten, son responsables. Aquellos que organizan grupos y se niegan a recibir devoluciones realistas, son responsables. Aquellos que tienen conocimiento pero que lo anulan para proteger a una organización o a un líder carismático, son responsables. Aquellos que al entrar al grupo firman un compromiso donde queda establecido que comparten la responsabilidad por lo que ocurra durante las sesiones, lo que hacen es colaborar con la irresponsabilidad ayudando al líder a no asumir su responsabilidad durante el evento.   

Yo también soy responsable ya que hace dieciocho meses le estoy prestando atención a la violencia y brutalidad en los grupos de terapia, y sólo ahora es que encuentro la suficiente voz para poder compartir al respecto. Hasta las fantasías arquetípicas pueden decirnos algo y enseñarnos sobre las explosiones de la paranoia no siendo todo parte del teatro de la crueldad y la ficción.

Quién es el enemigo? preguntò Reich y respondió: el enemigo es la putrefacción infecciosa, ella misma, no importando donde la encuentres; no es un grupo especial, o el Estado, o la nación, razas o clases. La atención ha sido sacada del veneno que vive en el propio ser de la persona, para ser buscado sólo en el cuerpo del otro. El enemigo es la maliciosidad de todo carácter dañino, en todos los campos – derecha o izquierda, en lo alto o bajo del estrato social, en cada escuela, familia, grupo, clase o nación de la Tierra. La respuesta es…la total verdad sobre ambas, las miserias de dentro y de fuera de uno mismo; cruelmente, inexorablemente revelada para todos aquellos que vengan a saber… Su tranquila estabilidad en cara de la maldad escondida es la maldad en sí misma; nada más que un subterfugio. El enemigo es su secreta simpatía por el asesino de la vida.

Si comenzás a sacrificar al hombre, no lo estás ayudando. Lo estás destruyendo, dejándolo minusválido. Sos violento, sos criminal. Entonces, todos aquellos que te llaman ‘maestro’, y que tratan de modificar a los otros, son los criminales. La persona sólo necesita amar, ayudar y estar lista para dar, incondicionalmente.

….Al ego no le va a gustar la idea, él quiere modificar a los otros de acuerdo con vos. Pero quién sos vos para querer modificar a alguien?  No asumas esa responsabilidad. Es peligrosa, y es así como nacieron los Adolfs Hitlers. Asumen la responsabilidad de modificar al mundo de acuerdo a sí mismos.

Nunca intente forzar a alguien, empujarlo, traerlo o manipularlo – esas son formas del ego, y es así como es toda política.  Bagwan Sri Rajneesh

APENCIDE I: una visión de un líder de grupo sobre la violencia

Trabajos violentos…ocurren por sí mismos. Nunca es necesario un estímulo. Las personas llegan con la expectativa de la violencia, y la quieren.  Todos, prácticamente todos reciben la violencia. Sienten miedo de ella y la aman. Ellos hacen todo solos, nunca se le dijo a nadie que luche – quizás en el tercer o cuarto día cuando ya todo está aceptado.

…Si la persona se deja llevar por algo, ella lo experimentará totalmente. Si comienza a pelear, tendrá lo mejor. Si ella tuviese una pelea totalmente real, entonces, normalmente, todo quedara claro acerca de ella.

…En la experiencia más violenta que tuvimos en el grupo, después de lo ocurrido el hombre entró en un estado de iluminación. El quería matar a alguien. O, él estaba matándolo y el grupo no podía impedirlo. El alejó brutalmente a todo el grupo y luego agarró a esa persona y la colgó de la pared, ahorcándola… y nadie podía detenerlo. Ellos le pegaban y lo pateaban pero nada lo hacía parar.  En ese momento yo dije: ‘Pare con esto, haga que su energía vuelva para adentro ‘. Ahí fue que entró en estado de iluminación.

APENDICE II: un relato de un testigo ocular de violencia física en grupos.

FALTA PAG.44 DEL FOLLETO ORIGINAL

CONTINUACION:

A partir de enero de este año han sido dadas instrucciones a todos los líderes de grupo para no permitir más el uso de luchas como un medio de liberación de emociones reprimidas o con cualquier otro propósito.(30)

Fundación Rajneesh Poona. (18 marzo 1979)  

REFERENCIAS:

  1. REICH, Wilhelm – A Psicología de Masa del Fascismo. Orgone Institute Pree. Nueva York, 1945.
  2. BOADELLA, David – La Responsabilidad de la Conciencia. Abbotsbury Publications, 1979.
  3. LOWEN, Alexander y PIERRAKOS, John – Agresión y Violencia en el Individuo. Instituto para Análisis Bio-energéticas – Monografías. Nueva York, 1969.
  4. LISS, Jerone –Libre para Sentir. Encontrando su Camino entre las nuevas terapias. Wildwood House. Londres 1974.
  5. DWECK, Joel – Rabia Encubierta por el miedo. ENERGIA Y CARÁCTER; Vol. 1, n°2, Mayo de 1980.
  6. KELEMAN, Stanley –  El Cuerpo Catártico y e lCuerpo Formativo. ENERGIA Y CARÁCTER; Vol. 4, n°2, Mayo de 1973.
  7. KOVEL, Joel – Una Guía Completa para la Terapia. Penguin Books. Londres, 1970.
  8. ROGERS, Carl – Grupo de Encuentros. Penguin Books. Londres, 1970. 
  9. SEABORN-JONES, Glyn – Lanzandose. ENERGIA Y CARÁCTER; Vol.7, n°1. Enero, 1970.
  10. SMITH, Peter – Que Significa Estar en un Grupo de Encuentro ? SELF Y SOCIEDAD: El Jornal de Psicología Humanista; Vol. 1, n°1. Marzo, 1973.
  11. LOWEN, Alexander – Carácter Psicopático. ENERGIA Y CARÁCTER; Vol. 7, n°3. Setiembre, 1976.
  12. BACH, George e GOLDBERG, Hebert – Agresión Creativa: El Arte de Vivir Positivo. Conventure. Londres, 1976.
  13. HARRINGTON, Alan – Psicopatas. If Books. Londres, 1976.
  14. ROSEN, Rafi – Carta a Action Analise Kommune. Viena, 6 de Octubre de 1975.
  15. EEDY, Peter – Terapia o Exteriorización. ENERGIA Y CARÁCTER. Vol.8, n°1. Enero, 1977.
  16. BOADELLA, David –  La Entrada en el Reino Vegetativo. FUNCIONAMIENTO ORGONOMICO. Vol.7, n°1. Enero, 1961.
  17. ILLICH, Ivan – Némesis de la Medicina: la Expropiación de la Salud. Calder & Boyars, 1975.
  18. BOADELLA, David – Paso Asistido. JORNAL EUROPEO DE PSICOLOGIA HUMANISTA. Vol.1, n°1. Enero, 1979.
  19. SCHUTZ, William – Alegría: Expandiendo la Conciencia Humana. Grove Prees, Nueva York 1979.
  20. ELTEN, Jorg Andreas – Articulo de DER SPIEGEL. N°35. 28 de Agosto de 1978.
  21. THE EDITOR – Encuentro (una entrevista). SANNYAS. N°3. Mayo-Junio de 1978. Bombay, India.
  22. RENZI, Eva – Dejenme ir, Yo Quiero Salir de Aquí. REVISTA STERN. N°35. Agoste de 1978. Hamburgo, Alemania.
  23. PREM, Krishna – Carta a DER SPIEGEL. n° 35. 28 de Agosto de 1978.
  24. FOUDRAINE, Jan – Carta a David Boadella. 20 de Setiembre de 1979.
  25. REICH, Wilhelm – El Asesinato de Cristo. Rangeley Maine, 1952.

Dr. David Boadella

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Dirección general: Lic. Gastón Rigo

Psicólogo UBA / Psicoterapeuta Corporal con Certificación Internacional

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