W. Reich, Contacto Psíquico y Corriente Vegetativa.

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE “CONTACTO PSÍQUICO Y CORRIENTE VEGETATIVA”

En este trabajo presentado en el 1934 Reich deja ubicada la idea de que la expresión corporal de una persona corresponde en todo a su actitud mental. En cuanto más avanzaba en el estudio de las defensas del carácter, más observaba a la persona como un organismo total perturbado. Las observaciones clínicas demostraban que la inhibición de la agresividad, la angustia y el placer o cualquier otra emoción fuerte estaban asociadas a la musculatura bien hacia un aumento del tono (espasmo/hipertonia) o bien a la baja del tono (flaccidez/hipotonia).

Es en esta oportunidad cuando se nombra por primera vez el término coraza muscular en tanto blindaje del carácter. Recordemos que Reich en esta presentación trabaja dos cuestiones fundamentales: la falta de contacto psíquico y su consecuente contacto sustitutivo por un lado, y por el otro la unidad antitética de las manifestaciones vegetativas y psíquicas.

Entonces tenemos que entre el impulso y su supresión, entre lo reprimido y lo represor, se abre una zona de falta ce contacto. Una sensación de estar ausente, muerto internamente. Esta falta de contacto, ausencia, se debe al acorazamiento del impulso y su detenimiento a nivel vegetativo. La falta de contacto es entonces una motilidad vegetativa bloqueada. Entonces cuando comienzan las primeras sensaciones, los primeros movimientos energéticos en el cuerpo de manera concomitante empieza a desaparecer la falta de contacto. O dicho de otra manera, comienza el contacto psíquico que no es otra cosa que la percepción de las corrientes vegetativas del cuerpo.

De esto se desprende que a una determinada actitud mental (“ausencia” por ej) le corresponde asimismo una determinada expresión corporal (bloqueo vegetativo). A Reich le llamó especial atención este tipo de contacto sustitutivo: la falta de contacto.

Dicha falta, en conjunto con otro tipo de contactos sustitutivos conforman la coraza caracterológica desde el punto de vista mental, o carácter. Este es una formación psíquica que nace de la parte inconciente del yo y que está al servicio de “negociar” entre la necesidad libidinal y las exigencias del mundo externo. Este modo de reacción típico, crónico y automático al tiempo que le permite al yo una adaptación puede llegar a perturbar su desarrollo. Reduce la sensibilidad del individuo al displacer, reduciendo al tiempo su motilidad libidinal y agresiva, es decir su capacidad de realización y placer. El carácter se anuda y se estructura entonces a través de la energía vegetativa, es decir el consumo de energía vegetativa es una de las funciones de la coraza caracterológica. La actitud muscular o coraza muscular es funcionalmente idéntica a la coraza caracterológica.

La experiencia clínica muestra que la falta de contacto no desaparece con un mero señalamiento del mismo, aún siendo este el primer tramo del camino. Sino que su cabal disolución, o al menos su disolución parcial, aparece y sucede con un abordaje directo sobre la fuente pulsional. Quiero decir no desaparece teniendo solamente en cuenta el punto de vista descriptivo/dinámico sino en su aspecto económico energético.

Entonces el abordaje en el tratamiento se dirigió cada vez más a prestarle atención a la tensión de la musculatura en el cuerpo. Esta idea no era nueva para el psicoanálisis que hacía recostar al paciente en un diván con el propósito de la relajación muscular y la concomitante posibilidad del levantamiento de las inhibiciones y resistencias. Sandor Ferencsi tomaba en cuenta la actitud corporal de los pacientes al escribir al respecto en la recomendación de ejercicios de relajación con el propósito de superar inhibiciones físicas y resistencia a la asociación.

Reich fue el primer analista que se dedicó a estudiar exhaustivamente los mecanismos corporales que estaban envueltos en la dinámica de la represión, disociación u otras defensas contra las emociones. De esta manera comenzó un trabajo sistemático sobre la liberación de la energía vegetativa, siendo la angustia, la rabia y el placer las emociones básicas de las cuales parten todas las otras y con las cuales se encontró con el trabajo consecuente de aflojamiento de la coraza. Observó un movimiento pendular que iba entre la angustia y la rabia y el placer reconociendo en dichos movimientos emocionales la antítesis básica de la vida vegetativa: pulsación vital expansiva placentera parasimpática hacia la contracción angustiosa simpática.

Las tensiones corporales pueden ser vistas como una serie de constricciones, cuya función es limitar el movimiento, la respiración y la emoción. Reich descubrió una serie de segmentos corporales cada cual con sus padrones característicos de bloqueo.

Por ej. el dolor de cabeza remite a dos motivos: elevación crónica de cejas y contracción concomitante del cuero cabelludo y músculos de la frente. O bien espasmos en los músculos del cuello en el área occipital. Cuando esas tensiones fueron disueltas descubrió que lo que encerraban era ansiedad anticipatoria. En el miedo súbito la persona instintivamente abre los ojos y tensiona los músculos del cuero cabelludo.

Un paciente puede mirar al terapeuta con estudiada seriedad, ansiedad astuta o distante. Esas diferentes expresiones reflejan el modo como el individuo se relaciona con el mundo. Contienen de forma paralizada su historia y de cómo las relaciones iniciales primarias fueron experimentadas. Las tensiones musculares crónicas contienen entonces la historia de su origen.

Y una persona con poca movilidad espontánea posee dos a lo sumo tres posibilidades de expresión y reacción frente al mundo y no la vasta gama de posibilidades que presenta la condición humana. Para Reich era entonces esencial la verdadera liberación de la emoción y no tan solo la abreacción y el recuerdo concomitante.

La respiración y su control inconciente es otro de los puntos centrales para comprender la dinámica de la represión. Control de la respiración es igual a control de la emoción a través de la musculatura del cuerpo. Algunos privilegian el abdomen otros el pecho, otros el cuello, etc. La respiración profunda involucra un movimiento ondulante de todo el tronco.

La influencia sobre las tensiones musculares en un comienzo era a través de la imitación postural desde un análisis caracterial. Este tipo de maniobras permitía un insight de dichos rasgos permitiendo un acercamiento emocional al mismo. Por otro lado Reich comenzó a utilizar sus manos con el fin de trabajar de manera incisiva sobre lo nódulos de tensión producidos por la función emocional de los mismos poniendo especial atención en la aclaración y distinción de un mero masaje fisiológico o manipulación ausente de este sentido.

Este es el punto de vista que privilegia y desde el cual se produce el abordaje de la Biodinámica que parte del masaje y el toque profundo teniendo en cuenta el cuerpo emocional del paciente y su bloqueo energético a través de la coraza muscular. Personalmente considero, a través de la experiencia clínica, que este modo de operar sobre los bloqueos es de suma importancia siendo en algunas ocasiones el único modo posible para generar confianza y entrega a las corrientes energéticas cuando sobrevienen. Y cuando no sobrevienen, para generarlas. Muchas veces la persona no consigue por sí misma producir el desbloqueo siendo necesario un marco organizativo de la energía a través de maniobras de masaje y toque del terapeuta.

El prerrequisito indispensable para este tipo de maniobras u otras que vayan en el sentido de trabajar la coraza muscular es un total contacto con el propio cuerpo sus sensaciones y bloqueos permitiendo desde aquí abrir empatía para que el campo energético del paciente impregne el campo energético del terapeuta y desde este conocimiento o saber energético poder señalar o maniobrar.

El objetivo terapéutico del Análisis del carácter era restaurar la potencia orgástica y el reestablecimiento de una capacidad autoregulatoria en el amor y el trabajo. Esto en el nivel orgánico vendría a ser lo que Reich llamó establecimiento de la vida vegetativa. Una expresión clara de esto es el reestablecimiento del flujo de sensaciones causado por la liberación de la energía de las tensiones musculares.

Esto es observable a través de la respiración más libre, capacidad de entregarse a movimientos espontáneos e involuntarios, temblores, sensaciones de calor, hormigueo, flexión espontánea espasmódica involuntaria y expansión de la espina dorsal. Mirando el cuerpo como un todo parece estar expandiéndose y contrayéndose de modo pulsátil. Debido a la semejanza próxima con los movimientos del orgasmo Reich lo denominó reflejo del orgasmo. Los movimientos involuntarios del orgasmo son apenas “una” expresión de la capacidad de entrega del cuerpo a la pulsación biológica. Otro ejemplo de padrón de movimientos involuntarios son la expresión emocional.

Lic. Gastón Rigo.

Lic. Gerda Boyensen

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Dirección general: Lic. Gastón Rigo

Psicólogo UBA / Psicoterapeuta Corporal con Certificación Internacional

International Senior Trainer of Biosynthesis