Nadar la Tristeza, Cantar la Alegría.

Parte I. Desarrollo de una sesión de Biosíntesis y sus posibles aportes desde la psicocorporalidad sesión con Renata B. que tuvo lugar durante el Seminario “Bioespiritualidad y Terapia” dirigido por Eunice Rodrigues – Entrenadora Senior Internacional – Bs. As. 25 de junio 2017 *nota aclaratoria: el nombre de la paciente descripta en este desarrollo fue creado para proteger su verdadera identidad (Escrito presentado con motivo de la Certificación Internacional en biosíntesis) Renata comienza compartiendo desde un estado endodérmico de profundo vacío con gran carga emocional de tristeza … una actitud corporal doblegada e introvertida, imágenes internas y sensaciones restrictivas: “el alma teñida de soledad y dolor”, “infinita tristeza”… Eunice la escucha atenta… El concepto central de la biosíntesis es que en el cuerpo fluyen tres fundamentales corrientes energéticas o corrientes de vida asociadas con las capas embrionarias celulares: el ectodermo, el endodermo y el mesodermo del óvulo fertilizado a partir de las cuales se forman los sistemas orgánicos distintivos… el endodermo es la capa interior del cuerpo fetal, produce tejidos que metabolizan la energía, proporcionan el revestimiento del tubo intestinal, todos los órganos digestivos y los tejidos de los pulmones…este metabolismo está poderosamente influido por las emociones Dice Stanley Keleman que “la forma externa de la persona refleja su disposición interna, esta es la constatación más simple que se encuentra en el corazón de la psicología somática, formulada por Charles Darwin hace mas de cien años atrás… se forma una anatomía emocional en respuesta a los diferentes insultos a la forma o a las vicisitudes de la formación del carácter…” Eunice describe el mapa energético-emocional de los centros de energía o chakras, información que le activa a Renata el movimiento de la conciencia “de abajo hacia arriba”, lo que le permite comprender la posibilidad de una experiencia diferente … explica que el centro cardíaco contiene la polaridad tristeza-alegría, siendo la alegría un sentimiento válido y real…. luego alude a su estado refiriendo la metáfora de la “noche oscura del alma” (título de un poema escrito por el poeta español del siglo XVI Juan de la Cruz, místico católico que describe una fase en la vida espiritual de una persona marcada por un sentido de soledad y desolación.… experiencia dolorosa que la gente soporta cuando procura crecer en madurez espiritual y unión con Dios) Esto trae una apertura y la idea de que el colapso no es el único destino posible: Y pregunta: “Cuando termina la noche oscura…?” “Cuando vos quieras, Renata…. “ responde Eunice… … Invitando a habitar lo que Stanley Keleman definió como Cuerpo Imaginario: “… Es el cuerpo imaginario cuya función está libre de las tensiones y hábitos que aprendemos … es esa vislumbre de aquello en lo que podríamos convertirnos, un objetivo posible de nuestra transformación… el cuerpo imaginario se convierta en el cuerpo real, el cuerpo de una persona que está nuevamente viva. ..” Y luego Eunice agrega: “Yo estoy ahí contigo en la tristeza”… La teoría del trabajo terapéutico de re-integración que David Boadella ha desarrollado se expresa en dos temas fundamentales uno de los cuales es el “campo organizador”: conjunto adecuado de condiciones sin las cuales no se produce la auto-organización… en el proceso de transformación de los patrones emocionales y expresivos que están bloqueados, la herramienta esencial es la respuesta sensible de otro ser humano … el otro tema es la “resonancia somática” de Stanley Keleman: relación biológica entre dos personas en que las manos, la voz y la presencia del terapeuta organizan el campo en que tiene lugar el proceso formativo de re-integración del cuerpo, la mente y el espíritu Eunice organiza el campo … “Ayer cuando hablaste de tu familia sentí que ahí había mucha opresión” “Sí, he aprendido del deber ser y de los valores rígidos, vacíos, no realizados… he recibido miedo de mi entorno… mi abuela materna tendía a la melancolía, me contaron que decía – hoy estoy contenta porque pude llorar – …. entre varias otras dolencias padeció cáncer de colon” “Eras muy cercana a ella?” “No realmente….” Aquí quiero traer la noción de “psicoperistaltismo” principal regulador de la bioenergía del organismo que afecta y es afectado por presiones psicológicas y emocionales. Gerda Boyensen desarrolla la Biodinámica basada en esta función con el fin de incentivar el libre flujo de la bioenergía del organismo y restaurar su natural capacidad de auto-regulación Según Gerda, cuando un organismo se encuentra en una situación de emergencia el psicoperistaltismo se inhibe para que el organismo concentre su energía en la acción y la expresión dirigida hacia el mundo externo. En un organismo saludable, una vez resuelta la emergencia, el psicoperistaltismo se reactiva y descarga el stress residual y el organismo readquiere su equilibrio vegetativo (respiración, digestión, circulación, excreción, etc… ) En un organismo neurótico, en condiciones de conflicto o stress, el psicoperistaltismo no se reabre … se mantiene cerrado en forma crónica, los músculos lisos del intestino pierden el tono necesario para responder a la presión y se pierde la capacidad de autorregulación vegetativa… La abuela de Renata padeció una importante intervención quirúrgica, le fue quitada una porción del colon (colostomía)… un síntoma posiblemente consecuencia de la disminución de la función psicoperistáltica, por lo tanto de la imposibilidad de descargar el stress residual … Agrego dos líneas de pensamiento, una proviene de las Constelaciones Familiares desarrollada por Bert Hellinger y la otra de la Medicina Tradicional China que aportan una interpretación posible a lo expuesto hasta aquí: a. uno de los descubrimientos más impactantes en la teoría de Bert Hellinger es el concepto de la Implicancia Sistémica: Hellinger describe que un miembro de un sistema puede identificarse inconscientemente con otro por lealtad y amor, de suerte que el primero se atribuye sentimientos, actitudes y/o patrones de vida del segundo, generalmente alguien que estuvo antes que él… a tal punto que el comportamiento del implicado puede ser un síntoma de dicha identificación … b. la Medicina Tradicional China propone la idea del emparejamiento de órganos: haciendo corresponder cada órgano a una víscera. Los pulmones se emparejan con el intestino grueso; el pulmón esta involucrado con lo
Brotar, una mirada clínica en mandala.

Este escrito fue realizado para la Certificación internacional en Biosíntesis, en noviembre 2023, Bs. As. Argentina. Conté con los valiosos aportes de la mirada de Gaston Rigo que lo enriquecieron. En este trabajo analizaré fragmentos de sesiones de un caso Clínico, a la luz del marco teórico de la biosíntesis. Con la intención de reflexionar sobre posibles abordajes e intervenciones en la clínica desde la Psicocorporalidad. Me apoyaré en el mandala de los campos de vida de David Boadella como mapa organizador. A la luz del mandala analizaré algunas intervenciones, y experiencias vividas en el proceso de acompañar al paciente, que llamaré Pedro para este escrito1. Espero puedan servir a la práctica de otros terapuetas y al campo de la Biosíntesis. Mi abordaje y mirada en la clínica, está conformado y atravesado, por el entramado del trabajo personal, experiencias de vida, y diferentes disciplinas en las que me formé, principalmente,la psicología, la bioenergética, la biosíntesis, la terapia reichiana y las constelaciones familiares. Uno de los fundamentos de la Biosíntesis, es la importancia de la integración y fluidez en las 3 capas embrionarias (endodermo, mesodermo, ectodermo) y en los 7 campos de vida. Boadella plantea que cuando hay integración se experimenta la sensación de salud y plenitud. 1 *nota aclaratoria: el nombre del paciente descrito en este desarrollo fue creado para proteger su verdadera identidad. La terapia en Biosíntesis trabaja en la reintegración de los campos, el restablecimiento de lo desintegrado y desequilibrado, en búsqueda de una nueva conciencia de plenitud. Para ayudar al paciente en este proceso de integración y contacto, es necesario que el terapeuta esté en contacto con su propia esencia, en resonancia consigo mismo, y con conciencia de sus propias heridas e interferencias. Para que sea posible una real transformación debemos terapeuta y paciente, animarnos a tocarnos esencialmente como humanos. El trabajo en la clínica, desde la Biosíntesis, sólo es posible desde ese profundo encuentro vincular, que sana. Un encuentro en resonancia, de corazón a corazón. «Mucho más importante que aquello que el terapeuta hace (intervención), o de aquello que dice (interpretación) es cómo se relaciona con el paciente. Es cuestión de crear un nuevo apego terapéutico (conocido como “alianza terapéutica”) y establecer una empatía no verbal. La empatía… como una forma de resonancia somática que se comunica a través del contacto visual del terapeuta, a través de la expresión facial, a través del tono de voz y …las cualidades del contacto.»2 El Mandala: Los Campos de Vida. El mandala que presenta Boadella, está conformado por 7 dimensiones y 3 círculos concéntricos. Las 7 dimensiones o campos de vida del mandala son: 1.movimiento y acciones, 2.respiración, 3.emociones, 4.relaciones, 5.lenguaje y pensamiento, 6.visión e imágenes y 7.esencia. Estas dimensiones incluyen las potencialidades y conflictos de cada una, en lo interpersonal y lo intrapsíquico. La esencia, integra a todas las dimensiones, y funciona como un imán en el centro del mandala, las otras seis dimensiones están todas interrelacionadas, y subdivididas a su vez en 3 grupos; lo emocional, lo motor, lo ideativo. Podemos 2 Boadella, David, Afecto, apego y entonamiento. 2020. vincular estos, con las 3 capas embrionarias que fundan el desarrollo de la Biosíntesis: endodermo, mesodermo y ectodermo. Los 3 círculos concéntricos, están conformados por: – El centro, la esencia. El núcleo como corazón, lugar sagrado de todas las posibilidades y potencialidades de la esencia humana. Ese lugar sagrado que habita en cada uno. El ser, con sus valores y cualidades esenciales. -Un círculo o capa primaria, que rodea el núcleo, donde se ubican los talentos y recursos de cada campo de vida. En este círculo es posible experimentar bienestar y armonía. Estas áreas están conectadas e interrelacionadas entre sí y todas son posibles puertas hacia el contacto con el núcleo, la esencia. -Otra capa, secundaria, más externa, también interconectada, donde encontramos las perturbaciones, los aspectos en desarmonía, ya sea por déficit o exceso, de cada área. Aspectos defensivos, acorazados,que responden a las situaciones de la vida que fueron amenazantes, desorganizadoras privativas, y/o represivas. La capa secundaria funciona como un sistema de cierre, de defensa y la capa primaria como un sistema de apertura. La Biosíntesis plantea la importancia de trabajar desde adentro, desde los recursos del paciente. El paciente puede descubrir las fuentes de la sanación dentro de sí mismo. El terapeuta haciendo pie en la fuerza del paciente, lo acompaña a trabajar sus conflictos. Al estar todas los campos de vida conectados, cualquier cambio en uno afecta o resuena en otros. Se puede comenzar a trabajar desde cualquier área, en función de la situación y necesidad del paciente. Como camino a la esencia, y a la reintegración de las áreas, Silvia y David Boadella proponen la incorporación de la esperanza. La incorporación de la esperanza como posibilidad de salud. «Por ejemplo, volver a conectar con la esperanza en el séptimo campo puede conducir a imágenes creativas (6), nuevas ideas (5) y más confianza y contacto con otros (4). La esperanza puede estabilizar las emociones (3) y fortalecer la respiración (2), para incrementar el nivel generalizado de energía y también el tono muscular, dando fuerza a la voluntad de actuar (1). Si se abre la puerta para que surjan tales recursos, la reintegración se hace posible.»3 La esperanza nos mueve a la esencia, la esperanza como un puente entre la existencia y la esencia”4 Cabe aclarar, que la división por áreas en este trabajo es a modo analítico, ya que el trabajo en terapia es integral e indivisible. 3 Boadella, David y Boadella, Silvia. A incorporação da esperança.IIBS 4 Liane ZInk en seminario virtual en Bs As 2022, de la formación en Biosíntesis de Argentina. De la Egosintonía a la Egodistonía. Un trastorno es de carácter egosintónico cuando las creencias que sostiene la persona van en sincronía con su personalidad, sus valores, sus principios, esquemas de vida, y no le generan malestar significativo Por el contrario, un trastorno es de carácter egodistónico cuando las creencias que sostiene la persona van en contra de sus objetivos vitales, de sus deseos, sus
Bucear en apnea.

La inmersión clínica entre el Psicoanálisis y la Biosíntesis Escuela Argentina de Biosíntesis 17/11/2023 El siguiente Escrito, representa la instancia de Certificación Internacional en Biosíntesis. Apuesto a intentar respuestas a preguntas extremadamente simples: ¿por dónde pasa un tratamiento, la escucha y la intervención? En la búsqueda de esas respuestas, parciales, subjetivas, conceptuales; iré trazando un mapa servido de coordenadas que vienen del buceo (como metáfora), el psicoanálisis, la biosíntesis y mi propia historia personal. Formadores: -Liane Zink, Formadora internacional y directora del Instituto de Análisis Biogenético de Sao Paulo y del Instituto Brasilero de Biosíntesis. -Eunice Rodrigues, Formadora internacional y directora del Centro de Biosíntesis de Salvador Bahía, Brasil. -Gastón Rigo, Formador local, director de la Escuela de Biosíntesis Argentina. A quienes les estoy profundamente agradecida, por haber sido referentes, maestros y fuente de las más diversas inspiraciones para la vida profesional y la vida misma. Introducción El presente escrito tiene como intención tejer algunos conceptos entre en Psicoanálisis y la Biosíntesis. Recuperar algunos de los principios fundamentales instalados por Freud (desde fines del sigo XIX) y desde ahí, iluminar nuestras prácticas actuales como psicoterapeutas psicororporales. Me propongo instalar una pregunta, ¿por dónde pasa un tratamiento, la escucha y la intervención? ¿Es posible la abstinencia en un encuadre psicocorporal? ¿Abstinencia de qué cuando tocamos, movemos, o invitamos al paciente a mover su cuerpo en el espacio de la sesión? Cuando doy cuenta de mi recorrido formativo, de cierta identidad como psicóloga (digo “cierta” porque la identidad no es fija ni inamovible) siempre traigo la misma imagen. Me formé como psicóloga en la UBA que me otorgó un esqueleto (estructura) fuertemente Psicoanalítica, luego mi primer formación de posgrado fue en Bioenergética donde adquirí la comprensión del funcionamiento del cuerpo (la musculatura y su relación con la represión, el flujo de energía metabólica, las defensas de carácter, la identidad funcional mente-cuerpo) para unos años más tarde, llegar a la Biosíntesis y alojar mi alma (aquella mirada existencial, que supone y comprende al psicoanálisis y el trabajo con el cuerpo, pero se permite ir más allá…) De manera transversal, a estos tres momentos, el trabajo con y desde el vínculo (me refiero a Winnicott en primer lugar, Bowlby, Stern y el campo vasto de las Teorías de Apego) Me encuentro después de 18 años de trabajo clínico con pacientes, en esa espiral siempre ascendente, volviendo a mis primeros recorridos, releyendo algunos postulados del psicoanálisis, de una nueva manera, absorbiendo -en términos de Boadella- con un cuerpo y un alma vigorosos después del recorrido. La formación nos permite dar forma. Quizás en eso estoy, en mi propia metamorfosis como psicóloga clínica, entre la psicoterapeuta y la analista, convulsionando en mi interior, algunas reflexiones, que hoy quiero compartir… Bucear en Apnea (o abstinencia?) Una noche de mucho silencio, vi la película “La inspiración más profunda”[1] donde se desarrolla de un modo creativo y vívido, las peculiaridades de la apnea. Deporte extremo, que se lo da a conocer a través de la biografía de la apneísta italiana, consagrada mundialmente, Alessia Zeccihini. Sentí en esos relatos y testimonios una metáfora, que podía ofrecerme imágenes para sustentar mis preguntas. Al escuchar a los distintos apneístas, las sensaciones que sumergirse generan, podía identificarme con lo que siento a diario cuando escucho a un paciente. Cito alguna de esas frases “Mi consejo es que la relajación mental es la base de la apnea. Si queremos tener éxito bajo el agua debemos estar relajados y no correr de prisa hacia una meta”. Otra “Al sumergirme, conteniendo la respiración, desaparecen todos los problemas de la vida cotidiana. Ahí abajo no existen. Es hermoso”…“la apnea te permite conocerte con mayor profundidad” Cuando escuchamos a nuestros pacientes algo se apaga, algo se enciende. El diálogo interno se detiene, la atención empieza a flotar… La apnea, es una técnica de buceo que consta de sumergirse sin oxígeno, sin asistencia más que la última inspiración. Es una prueba deportiva en la que se mide la capacidad de estar bajo el agua, o a la máxima profundidad a que se puede bajar a pulmón libre. ¿Y si la sesión de terapia es como bucear en apnea? ¿Por dónde pasa un tratamiento? ¿Cuáles son las coordenadas para la escucha y la intervención del terapeuta o analista? ¿Qué es la escucha clínica? Uno inhala para después sumergirse en el profundo océano, adentrarse en el paisaje submarino del inconsciente del paciente. Ya la vida de la superficie queda atrás. El propio territorio existe, lo sabemos, pero lo abandonamos por una hora (en tiempo real, que es más complejo que eso) pues si hay una de las leyes que gobiernan la vida del inconsciente, es justamente su atemporalidad. Una vivencia puede estar inscripta, con una carga afectiva, sin ninguna garantía de que el paso del tiempo la moverá. En sesión el tiempo se detiene -no, el tiempo real- el tiempo de las propias preocupaciones o diálogos internos. Nos entregamos a la oscuridad, al silencio y escuchamos. En la apnea, como en los primeros minutos de una sesión se hace una fuerza, para atravesar la presión de la superficie. Dice Alessia Zecchini “Cuanto más desciendo la presión comprime el aire en mis pulmones, hasta que mis pulmones son del tamaño de mi puño. Después de los 30 metros la presión me empuja hacia abajo. Se llama caída libre. Y para mi es la mejor parte. Es como si estuvieras volando. El silencio es único. Es como estar en el lugar más tranquilo del mundo. La entrega forma parte de esto. Es como un subidón. Que el mar te succione puede ser aterrador incluso para los apneístas” “Del útero a la tumba” es uno de los capítulos del libro de Boadella, Corrientes de Vida. Y si la sesión de terapia es adentrarnos en un espacio-tiempo, metáfora de ese útero del que venimos… de esa tumba a la que vamos? Un lugar, donde el silencio es único[2]. Un lugar donde el silencio es clave. Dice Boadella “El corte del cordón umbilical marca el punto de transición entre la vida oceánica del
El trabajo clínico con la lectura corporal: enfocando y desenfocando la mirada.

(Escrito en noviembre del 2004, correjido y amplificado en septiembre de 2023) Algunas cuestiones preliminares permiten ubicar la pregunta acerca de, porqué hacer una “lectura corporal”?, cual es el sentido?, cómo es que se llegó en la obra de W. Reich y más tarde en las producciones neo-reichianas, a pensar que es posible hacer una “lectura corporal”? Estas preguntas invitan a adentrarse de lleno en el psicoanálisis originario de S. Freud, en el concepto de pulsión (aquel concepto fronterizo entre “psiquis y soma”) y de cómo Freud pasó por ese lugar de ubicar algún sustrato orgánico al concepto de libido (componente energético de la pulsión). En este sentido existe un hilo teórico que va desde “Pulsiones y sus destinos” y la teoría pulsional pasando por el desarrollo de la sexualidad infantil. De ahí en adelante Reich continuó esos intentos, y adentrándose en ese surco el psicoanálisis deriva según él y sus demostraciones clínicas, en la Biofísica Orgónica terreno en el cual descubre la bioenergía, es decir el orgón en el cuerpo humano. De aquí deriva la Orgonterapia. En este escrito que deviene de una praxis clínica contínua de alrededor de 30 años se propone el planteo de intentar ver la distribución de esa bioenergía en el cuerpo, su fluidez, su bloqueo, etc. Y en última instancia, desde un criterio clínico, se intenta ubicar lo pulsional a través de esa mirada, de esa lectura corporal. Es decir, incluir en el trabajo clínico el aspecto somático y económico de la pulsión y no solamente su representación verbal como lo ha hecho el psicoanálisis lacaniano. En este sentido se hace especial énfasis al lector en que lea con tiempo y detenimiento la tercera parte del libro “Análisis del Carácter” y en especial el capítulo XIV “Contacto psíquico y corriente vegetativa”. Nombre que dio Reich al trabajo presentado en Lucerna, Austria -1934- en donde sitúa específicamente como producto de su investigación clínica durante más de diez años, las consecuencias clínicas que acarrea el ubicar un sustrato orgánico al concepto de libido (léase en la edición en español de esa obra, pulsión, en donde dice impulso o instinto, el original en alemán dice TRIEB). Dicha monografía es la base para comprender los conceptos fundamentales de las psicoterapias psicocorporales que le sucedieron tanto del Análisis Bioenergético como de la Biosíntesis y de la Biodinámica. Es a partir de esta exposición que Reich continúa su tarea más allá de la Asociación psicoanalítica Internacional. Ahora bien, a qué se llama “lectura corporal”? Retomando las preguntas del comienzo acerca del porqué de una lectura corporal, se hace evidente a la luz de “Contacto psíquico y corriente vegetativa” que el cuerpo presenta un mapa actual de tensiones, posturas, pautas respiratorias y un mapa de movimientos. La persona puede comenzar a contactar, concientizar y habitar dicho mapa aproximándose de tal modo al conocimiento de sí-mismo, el campo de su energía. En ese punto la persona construye, en el seno de un proceso terapéutico, una representación de sí, el mapa lo representa en “palabras orgánicas”, palabras que lo nombran en su subjetividad. Palabras, que viniendo del cuerpo en término de sensaciones y sentimientos le retornan al ser resignificándolo y restituyendo su historia. El cuerpo comienza a hablarle de quien verdaderamente es. El mapa no es el territorio, si no su representación. Esto nos lleva a la noción de cartografía. Así lo presenta Boadella en “Mapas del Carácter”. Y como tal, el mapa, muestra la subjetividad de quien lo crea. Esto se ubica en la esencia de la “lectura corporal”. Quién establece la lectura corporal en el seno de una relación terapéutica, el paciente, el terapeuta o ambos? Quién le otorga sentido a esa lectura, el paciente o el terapeuta? En relación a estas preguntas ha habido en la historia de la psicoterapia corporal varios momentos desde una posición extrema de ser el terapeuta quien “observa” y otorga el sentido, hacia una posición relacional en donde se comparten tanto la lectura como la construcción de sentido. Se puede considerar la existencia de dos planos yuxtapuestos en el mapa. Adentrarse de un plano en otro requiere conciencia y quizás un proceso psicoterapéutico. Planos que refieren, por un lado, a la historicidad subjetiva anclada en el carácter (“bajar la mirada” al saludar o “mirar altaneramente”, por ejemplo), lo que se denomina coraza caracterial, portadora de una intención inconciente cristalizada y distorsionada, y por el otro, el aspecto corporal de esa actitud, lo que se denomina coraza muscular. Es decir, posturas y movimientos corporales, como así también el lenguaje gestual todo ello siendo reflejos de una intención del Ser anclada y distorsionada en la coraza (muscular y caracterial) En la base de ese mapa evidente, observable, hay una historia subjetiva cristalizada que dio lugar a la existencia de dicho mapa. Aquí ya estamos situados en la segunda pregunta planteada al comienzo acerca del cómo Reich llega a esta cuestión. Y es a través de ubicar el concepto de identidad funcional mente-cuerpo, situado en aquella monografía. La represión, en tanto mecanismo psíquico fundante de la neurosis es un involucramiento de la totalidad del cuerpo alterando las funciones organísmicas en su totalidad (sea en el tono muscular aumentando o descendiendo el mismo, sea en la funcionalidad de los órganos internos, sea en la construcción mental de los acontecimientos de un modo perceptual distorsionado). La posición acostada en el psicoanálisis freudiano tenía un sentido, al decir de Ferencsi, funcional con respecto al cuerpo, que al aflojarse las tensiones musculares advenía material inconciente. O dicho de otra manera se aflojaban barreras resistenciales producto de la represión psíquica. Otro de los aspectos que atraviesan la lectura corporal es el tema de la transferencia y contratransferencia, toda la cuestión el “campo” o “atmósfera” que se genera dentro de un dispositivo de trabajo corporal o clínico, de cómo eso influye en lo que se ve y en lo que se deja ver. En la lectura de textos se extraen conceptos o significados, también metáforas, existe un misterio intrínseco al lenguaje. Siempre hay algo visible e invisible en una lectura, y esto
La Biosíntesis como herramienta de transformación colectiva.

El objetivo de este escrito consiste en comunicar el potencial preventivo que adquirió la implementación de un dispositivo psicocorporal en un grupo determinado de mujeres. Para ello se describen las características y particularidades de la experiencia realizada en el año 2017, articulando l labor de dos instituciones: la organización política y territorial “La Colectiva” y la Escuela Argentina de Biosíntesis. Se entendió que el acceso a espacios que brinden recursos subjetivos constituye una forma de promoción de derechos humanos. El trabajo conjunto que se inició por pedido de la Colectiva, consistió en que terapeutas formados en Biosíntesis se acercaran a trabajar psicocorporalmente con un grupo de mujeres que residían en uno delos barrios de González Catán, La Matanza (Pcia. de Buenos Aires). La organización política y social “La Colectiva” es una agrupación conformada por mujeres y personas LGBTIQ+ militantes de diferentes experiencias. Las diferentes actividades que realizan son desde la perspectiva de género, LGBTIQ+ e interseccionalidad. En el momento en el que se desarrolló este proyecto, “La Colectiva” contaba entre sus actividades la coordinación y dictado de talleres de participación popular para diferentes grupos sociales. En ese marco, la organización estaba acompañando a las mujeres del barrio en la formación de una consejería de género que funcionaba semanalmente. Algunas de formaban parte del Programa Ellas Hacen, que priorizaba en su ingreso a personas que habían atravesado o se encontraban en situaciones de violencia por motivos de género o trata de personas. Al mismo tiempo buscaba que sus integrantes completaran la escolaridad primaria o secundaria y en algunas localidades recibieran capacitación en diversas temáticas ligadas a los derechos humanos. La Escuela Argentina de Biosíntesis estaba constituída por un grupo de psicólogxs y profesionales de otras disciplinas interesadxs en profundizar el estudio y promover la difusión de la Biosíntesis en Argentina. Esta corriente psicoterapéutica fue creada en los años 70´s por David Boadella, psicólogo inglés y se incluye dentro de lo que se llama Psicología somática de tradición neo-reichiana. Siguiendo los lineamientos de W. Reich, entiende que las manifestaciones psíquicas definidas por el psicoanálisis se encuentran determinadas y expresadas también en forma de contracciones en la musculatura y en las vísceras. David Boadella entendió y conceptualizó la manera en la cual desde la gestación, el sujeto es conformado interiorizando y expresando somáticamente los devenires y avatares de su desarrollo. El abordaje que propone esta disciplina tiende a promover la articulación de las dimensiones del sentir, del pensar y del hacer, con el objetivo de ganar fluidez y conciencia acerca de los propios estados y procesos subjetivos. Es por ello que resulta pertinente como herramienta preventiva y de tratamiento. La Biosíntesis es un abordaje psicoterapéutico, así como una matriz perceptiva de los procesos subjetivos y vinculares. Puede ser ejercida tanto en el campo de la psicoterapia individual como aplicarse con buenos resultados en espacios grupales. Respecto de las mujeres que participaron en los talleres, algunas se encontraban atravesando situaciones de violencia por motivos de género (ley 26.485, de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres). Todas pertenecían a sectores populares y vivían en el conurbano bonaerense y sus edades se comprendían entre los 20 y los 50 años estando todas en actividad. Por parte del grupo existía una demanda expresa acerca de la necesidad de algún espacio terapéutico. La misma se encontraba insatisfecha dada la poca disponibilidad en los servicios de salud. Esta se percibía aún más reducida si se trataba de encuadres no tradicionales, como la corriente terapéutica aquí expuesta. La demanda formulada por la organización incluía a su vez la necesidad de fortalecer los lazos afectivos y solidarios entre las mujeres que se encontraban formando la consejería. El fin era que funcionara como una red preventiva, entendida como aquel agrupamiento de personas o instituciones en el cual sus miembros encuentran espacio y relaciones que les permiten desarrollarse individual y colectivamente (Rovere, 2002). La consejería se estaba formando como un espacio de atención, formación e intervención en el cual sus integrantes trabajaran de manera coordinada y coparticipativa en el abordaje de diferentes situaciones de vulneración de derechos por motivos de género. Vale destacar que la asistencia a los encuentros resultó variable, modificándose el grupo con el cual se realizó la propuesta, ya que las mujeres se encontraban abocadas también a otras actividades propias de su militancia, y por situaciones personales que les dificultaban la asistencia al espacio. Los objetivos de los talleres consistieron en: – Brindar acceso a un dispositivo terapéutico, entendiendo que estos espacios se encuentran habitualmente inaccesibles a personas de sectores populares. – Promover el contacto con las propias sensaciones corporales, entendidas en términos de circulación de energía. – Favorecer el registro de sensaciones placenteras y de disfrute. Por eso se convocó a profesionales que tuvieran un enfoque psicocorporal. – Fortalecer los lazos solidarios y amorosos entre las mujeres. Dado que el pedido inicial expresado en la convocatoria consistía en el abordaje de situaciones grupales de tensión y vínculos problemáticos o competitivos entre ellas. La modalidad de trabajo consistió en cuatro encuentros de frecuencia semanal, de una hora de duración, realizados en el patio de un club de barrio, habitualmente cedido para la actividad. Las propuestas elegidas para cada encuentro estuvieron adaptadas a las condiciones del espacio y a la respuesta y preferencias del grupo. Primer encuentro: Para iniciar el ciclo de encuentros, se contó con las licenciadas en psicología Marcela Molina y Paula Giordano como coordinadoras de la actividad. El grupo estaba conformado por aproximadamente diez mujeres, algunas con sus niñxs, quienes quedaron al cuidado de la Lic. Paula Sánchez, trabajadora social que funcionó como nexo entre ambos espacios institucionales. Como primera dinámica se propuso una breve presentación: cada asistente debía decir algo de sí misma y de su expectativa respecto de lo que creía iba a suceder. Contaba para ello con el tiempo que demorara en quitarle el papel a un caramelo. En las sucesivas alocuciones se expresaba un alto nivel de expectativa, que excedía las posibilidades y los objetivos de la
Los Campos motores y su aporte a la lectura corporal en Biosíntesis.

Introducción Para comenzar, es importante mencionar que en el marco de una psicoterapia somática se escucha al sujeto en su corporalidad además de en su discurso verbal. Para ello se lo percibe, se registra su clima, su ánimo, su energía, como así también la dinámica de la transferencia. Es en este contexto teórico clínico que cobra relevancia el concepto de Campos motores, ya que permite organizar el proceso diagnóstico, así como la elección de intervenciones terapéuticas. A su vez robustece el conocimiento de esta disciplina, por lo que en la actualidad se lo considera uno de los grandes aportes de la Biosíntesis a la psicología somática. Dicho esto, se plantea como objetivo del presente artículo definir y desarrollar el concepto de campos motores y su utilidad como herramienta clínica. Para tal fin se emplearán como guía los aportes de David Boadella en la conferencia brindada durante el 12° Congreso Mundial de Medicina Psicosomática, Basileia, 1993 y lo propuesto por Liane Zink en el seminario de formación anual para el Instituto Argentino de Biosíntesis, 2017. La lectura corporal Inicialmente se delimitará el concepto de lectura corporal dado que provee un contexto observacional que incluye a su vez el trabajo con los campos motores; definiéndola como la traducción por parte del terapeuta de los gestos y posturas físicas del paciente. Ello se basa en el supuesto de que el cuerpo compone un lenguaje, que expresa emociones tanto conciente como inconcientemente. También presenta bloqueos musculares, a modo de defensa, que impiden el libre flujo del contenido emocional a través del cuerpo impactando en su registro intelectual. La importancia de atender a los movimientos y características corporales del paciente radica en que frecuentemente los gestos acompañan, completan o contradicen lo que la persona quiere expresar, dicen por ella. Brindando así valiosa información, análoga a la que Freud (1901/1997) pudo identificar en síntomas, sueños y actos fallidos. En este sentido, podría afirmarse que la lectura corporal se asemeja a la atención líbremente flotante descrita por el psicoanálisis, tanto como la expresión gestual constituye un correlato de la asociación libre. Todo lo cual permite un primer contacto con la historia subjetiva escrita en el cuerpo. Como antecedente de la lectura corporal, puede mencionarse la conceptualización de la Bioenergía por parte de Wilhelm Reich. Es él quien introduce el concepto de orgón como energía vital, visualizándola en el cuerpo humano. Es así que la Orgonterapia, fundada por dicho autor, consiste en intentar percibir y operar sobre la singular distribución de esa bioenergía en el cuerpo; su fluidez, su bloqueo, etc (Rigo, 2004). En resumen, la lectura corporal intenta desde un criterio clínico ubicar lo pulsional al entender que contiene un aspecto somático, que se presenta de manera diferente a la representación verbal. Para clarificar el objeto de la lectura corporal resulta pertinente vincularlo con el concepto de Imagen inconciente del cuerpo, acuñado por la psicoanalista francesa F. Dolto (1984). El cuerpo observado en clínica psicocorporal, en particular en Biosíntesis, consiste en un cuerpo energético, simbólico y subjetivo. Este es el espacio en el cual la historia singular se encarna, difiriendo y dialogando a su vez con el cuerpo anatómico. Según Doltó (1984), la imagen inconciente del cuerpo es una proyección simbólica que tiene por función organizar y mediar entre las tres instancias psíquicas (Ello, Yo y Superyó). La autora refiere que ella es develada por el diálogo analítico (Doltó, 1984), ya que es el sujeto quien porta el saber acerca de su padecer, aunque este saber no le sea siempre accesible de manera inmediata. Es por esto que en Biosíntesis, así como en el psicoanálisis, no se trabaja con guías, interpretaciones a priori o traducciones lineales. Siendo en el encuentro con su terapeuta donde la asociación del paciente puede brindar alguna verdad, siempre subjetiva. En cuanto a la imagen inconsciente del cuerpo, Doltó (1984) la diferencia del concepto de esquema corporal. Definiendo a este último como un mediador organizado entre el sujeto y el mundo. Constituyendo una realidad de hecho, es semejante para todos los sujetos, en tanto identifica al individuo como representante de la especie. A su vez es actual, no porta una historia y puede ser independiente del lenguaje. Por último, se caracteriza por ser inconsciente, pero posee aspectos preconcientes y concientes, funcionando como intérprete activo o pasivo de la Imagen inconsciente del cuerpo. Por el contrario, la imagen inconciente del cuerpo se halla determinada libidinalmente. Se enlaza con la humanización de ese esquema corporal por parte de las instancias tutelares, siendo propia de cada sujeto, encontrándose ligada a su historia. Puede percibirse, vía lectura corporal, como una síntesis viva de las propias experiencias emocionales. A su vez es eminentemente inconsciente haciéndose consciente a través de la palabra, aunque en su origen precede al lenguaje (Doltó, 1984). Dicha autora postula que puede hallarse junto a un esquema corporal conservado una imagen del cuerpo alterada o, por el contrario, una imagen del cuerpo sana en una esquema corporal perturbado. Lo cual implica que ambos constructos circulan por vías diferenciadas (Doltó, 1984). En la clínica se observan múltiples ejemplos de este diálogo no siempre armónico entre el esquema corporal e imagen del cuerpo. Las intervenciones en Biosíntesis tienen por objeto las alteraciones en esta última, ya que a través de ella se elaboran conflictos psíquicos, se develan síntomas neuróticos y se sostiene la demanda de tratamiento por parte de los pacientes. La lectura corporal brinda una primera impresión de la imagen del cuerpo, que luego será completada por el devenir del diálogo entre el paciente y el terapeuta. Algunos observables que orientan dicha lectura son: el tipo de enraizamiento, el nivel de carga energética, los patrones respiratorios presentes y el modo de hacer contacto del paciente. Por ejemplo, si este puede sostener la mirada o presenta conductas evitativas (Rigo, 2004). Dichos indicadores permiten inferir los mecanismos defensivos en quien consulta o lo que habitualmente se llama en el marco psicocorporal coraza caracterial expresada a través de la coraza muscular (Reich,1949/1986). Es por ello y en consonancia
Campo de Intención y su relación con la Sanación.

PRESENTACIÓN A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL DE BIOSÍNTESIS COMO FORMALIZACIÓN DEL NOMBRAMIENTO DE “SENIOR TRAINER” (Agosto2024) Buen día, mi nombre es Gastón Rigo. Lo primero que quiero compartir en este espacio es que durante estos días, me encuentro de manera particular, cerca de mi padre quien se haya internado, en un estado grave de salud. Estar aquí en este momento conlleva cierto nivel de esfuerzo. Su ser se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte. Sentir la muerte de mi padre de 87 años de manera tan cercana me hace sentir la corriente de vida que atraviesa mi cuerpo de manera más viva. Sentir la muerte me hace sentir más vivo. A través de esa corriente vital navega en mí una corriente de profundo agradecimiento a él que me dio la vida, y estoy aquí con ustedes queriendo compartir esa corriente de agradecimiento. Esta corriente de agradecimiento se encuentra en la línea del tiempo del corazón, que no es el tiempo lineal del reloj. Es el tiempo del alma, que nos da el acceso, la invitación para llegar a lo esencial. Me recuerda la Conferencia dada por Silvia boadella en 2015 en el Congreso Internacional cuyo título fue “Naciendo y muriendo”. Esto nos habla de los ciclos de vida y muerte. Y la mirada del alma, del corazón nos sugiere la pregunta acerca de, ¿Cuáles aprendizajes tuvimos en nuestras interacciones y acontecimientos de nuestras vidas? Mi intención, en tanto campo de intención, es vivir agradecido. Agradecido a esas interacciones y acontecimientos a través de los cuales mi alma puede evolucionar. Gracias Silvina Alterman por acompañarme de cerca con la traducción y a Mayco también por la traducción de bibliografía. Gracias a la comunidad de la biosíntesis, Silvia en particular, por ofrecer este espacio. Gracias a Liane Zink y a Eunice Rodrigues, maestras, por acompañar y ser testigos de mi proceso de crecimiento como formador. Gracias a los alumnos/as a través de quienes he podido desarrollar la experiencia como docente, aprendiendo de los errores cometidos. Gracias a mis pacientes por ofrecerme su confianza, abriendo su campo de intención de sanar, en sus procesos psicoterapéuticos. Gracias a mis hijos y en particular mi pareja Karina quien soporta mis distintos cambios anímicos en todos estos años de proceso. Gracias a mis colegas Yamila, Paula B., Josefina, Marcela por estar atentas al crecimiento del espacio de la Biosíntesis en Argentina, en quienes siento un gran apoyo. Mi camino profesional comenzó como psicólogo clínico, formado en una Universidad Nacional de Argentina, la UBA (Universidad de Buenos Aires). Luego como analista Bioenergético Certificado, supervisor y formador Local fui parte del equipo de la co dirección de la escuela internacional de bioenergética en Argentina durante 14 años. Durante los últimos 12 años aproximadamente dirijo el espacio formativo de Biosíntesis en Argentina. También he recibido formación en Psicología Biodinámica evolutiva con formadores franceses y brasileros que han venido gentilmente a la Argentina. A continuación, quisiera hacer algunas reflexiones acerca de un escrito en el que desarrollo un tema que me ha hecho formular preguntas a lo largo de mi experiencia como psicoterapeuta. El escrito se los he hecho llegar y se llama “Campo de Intención y su relación con la Sanación”. Siempre me he preguntado acerca de la intervención psicocorporal como fenómeno. ¿Qué es lo que genera cierta eficacia?, ¿Cómo opera en el psiquismo? Mi apreciación al respecto es que la eficacia de la intervención se encuentra en la presencia de un campo de intención compartida entre terapeuta y paciente. La intención entendida como un gesto del alma. Como un espacio interior del ser desde el cual, del lado del terapeuta, este ve con el ojo del corazón a su paciente e intuye a través de esa mirada lo que el paciente está mostrando y necesitando , también como gesto del alma en él. En ese sentido entiendo la sanación en Biosíntesis como fruto de un campo de intención. Esta mirada ofrece experimentar cualidades de frecuencia vibratoria de cuerpos sutiles. Porque al hablar de intención entramos a una banda de frecuencia vibracional que antecede a la existencia material. Antecede a la manifestación material de las cosas en la vida. Cuando tenemos una intención clara las corrientes derivadas de las capas embrionarias del sentir, pensar y hacer están alineadas. Por otro lado, sabemos a través de la física cuántica, que la conciencia cocrea la materia al intervenir en los niveles sub atómicos. Por lo tanto el observador es parte del objeto observado. El terapeuta, con todo su bagaje energético, es parte intrínseca del proceso del paciente. Siendo así, el campo de intención colabora en la terapia en la cocreación de imágenes creativas entre paciente y terapeuta. Abriendo espacios resilientes, abriendo recursos para el paciente. La intención es el alma de la propuesta del terapeuta. Propuesta que considera los movimientos espontáneos del paciente, verdadero lenguaje no verbal, del cuerpo. Este lenguaje, del lado del paciente, también trae un campo de intención oculto en ese lenguaje. Siendo la tarea del terapeuta ayudar a develarla. La intervención psicocorporal es el espacio clínico, a veces intersubjetivo, en donde se manifiesta el encuentro de intenciones de la díada paciente/terapeuta. Tendremos como terapeutas, la tarea de estar abiertos a recibir la manera particular en que el paciente recibe nuestra propuesta y definir en qué medida ésta va integrando más el self del paciente o no. Así como la intención es el alma de la propuesta del terapeuta, la psicocorporalidad navega en esa intención. Por lo tanto, la eficacia de la intervención psicocorporal va de la mano directa de cuánta claridad tenemos en esa intención. Pero más aún, de cuánta receptividad tiene el analista en recibir lo que sucede al paciente con esa propuesta. Introducción Entender la sanación en Biosíntesis como fruto de un campo de intención es la base de este escrito. Nos ofrece aproximarnos a experimentar la vida con cualidades de frecuencia vibratoria de cuerpos sutiles. Desde la Física Cuántica hasta aquí sabemos que el sujeto observador (terapeuta) es parte del objeto observado (paciente),
La Pasión en el Cuerpo.

Vitalidad Erótica y su Perturbación Revista “Energía & Carácter” Vol. 33 Sept. 2004 Traducción: Lic. Silvina Alterman Nota* a los fines de la simplificación utilizo el masculino “el otro” (the other) lo que no representa diferencia de género. “El erotismo, podría decirse, es el consentimiento de la vida hasta que llega el momento de la muerte” (Bataille, 1986, P.11) Mujer Bañándose en un Rio. Rembrandt, 1654. Las pasiones eróticas han ocupado un lugar acotado en la historia y los valores de la psicoterapia, incluidos el modelo Reichiano y otros abordajes psico-corporales. La sexualidad y la pasión fueron parte del núcleo del trabajo de Reich. Conocí su trabajo siendo adolescente. Escribía sobre la pasión con pasión. Sus escritos me estimulaban, eran implacablemente perturbadores. Mientras que su grandeza y su paranoia aportaron al tejido de su vida y de su trabajo, Reich era una locura apasionada. Su trabajo estaba esparcido con verdades, generalmente verdades incómodas. Confrontó a colegas, pacientes, estructuras sociales, creencias sagradas. Provocó ansiedad, excitación y odio – tres emociones primarias frecuentemente muy vinculadas al amor y al sexo A lo largo de su vida Reich se interesó una y otra vez por la naturaleza y los problemas de la sexualidad. Se preguntaba porqué tal placer esencial es objeto de semejante ansiedad personal y sanción social? Reich era despiadado en su confrontación frente al control social y a la represión sexual. Aseguraba que la capacidad para la vitalidad sexual era esencial en la salud emocional y en el logro de las relaciones maduras Décadas después de su muerte permanecen las preguntas acerca del lugar que ocupan las pasiones eróticas en la vida y en la psicoterapia. Las implicancias clínicas que emergen de los escritos de Reich sobre la sexualidad han quedado excluidas de la historia de la psico-corporalidad en toda su extensión. Sus primeras observaciones clínicas en relación a la ansiedad del placer, la ansiedad de la caída y la entrega orgásmica fueron valiosos aportes para una mayor comprensión de la vida emocional y erótica. Lamentablemente sus exquisitas investigaciones sobre psicoanálisis y sexualidad realizadas en las décadas del ‘20 y del ’30 se perdieron a raíz de su amargo retiro – efecto de los ataques a su trabajo y a sus teorías sobre la energía orgónica por parte de profesionales y del gobierno. A mi entender los abordajes neo-Reichianos se han quedado con un modelo de sexualidad más bien empobrecido y mecanicista La cuestión fundamental que quiero presentar en este ensayo es la de reconsiderar el lugar que la pasión y el erotismo ocupan dentro de la psico-dinámica contemporánea y las terapias psico-corporales: examinaré algunas tendencias de la cultura psico-terapéutica contemporánea que intentan fomentar la desaparición de la sexualidad situada en el corazón de nuestro paisaje emocional, vincular y terapéutico. Quisiera enriquecer nuestro lenguaje como psico-terapeutas somáticos en la conceptualización y discusión sobre la naturaleza de la sexualidad y el erotismo. Cómo hablar con mayor riqueza del cuerpo erótico, del cuerpo apasionado? Cómo desarrollar un lenguaje de apegos eróticos y apasionados? Utilizaré y citaré ampliamente la obra de psicoanalistas contemporáneos así como de poetas, autores de música popular y críticos sociales que exploran la naturaleza de la vida erótica más productivamente que conocidos escritores de la literatura corporal contemporánea. Citaré autores que han sido inusualmente exitosos en captar los reinos eróticos del lenguaje Muriel Dimen, una psicoanalista feminista y elocuente crítica de la des-erotización contemporánea del psicoanálisis señala que dentro de la literatura actual sobre psicoterapia y relaciones objetales “la sexualidad se ha vuelto una relación, no una fuerza” (p. 418). En este ensayo quisiera transmitir la sensación de la fuerza del cuerpo, la fuerza de la sexualidad, la fuerza del deseo. La pasión sugiere la unión de la sexualidad y el amor inscriptos en el deseo de crear estados de mutuo éxtasis con una intensidad tal que bordea la locura en brazos de un otro. En su mejor versión son de hecho momentos de locura – la locura de la unión y la reunión, imbuidos de agresión y vulnerabilidad, filtración de territorios pasados y presentes en mi cuerpo con el del otro He subtitulado este artículo “Vitalidad Erótica y su Perturbación” porque apunto a más amplios alcances de la sexualidad de lo que han hecho Reich y los abordajes psico-corporales. Parto de la definición que da David Mann sobre la naturaleza del erotismo: “Lo erótico incluye todos los sentimientos y fantasías sensuales y sexuales que una persona puede tener. No debería sólo identificarse con la atracción o el deseo sexual sino que también incluye la ansiedad o la excitación que genera lo repulsivo. El modo en que haré uso del término hace más hincapié en las fantasías que en la propia actividad sexual: no existe actividad sexual despojada de fantasías subyacentes, por otro lado las fantasías no siempre llevan a la actividad” (1997, p.6) Desde una perspectiva Reichiana, las fantasías sexuales fueron consideradas funcionales a las defensas – retirarse del cuerpo hacia la cabeza. Ciertamente esto ocurre algunas veces, pero la fantasía no es siempre defensiva. Con frecuencia dentro de la relación terapéutica el territorio de las fantasías eróticas representan la exploración inicial del deseo y de nuevas posibilidades que excitan y perturban por igual a terapeuta y paciente Un Paisaje que se Desvanece Porqué vamos a terapia en la actualidad? Qué desean los pacientes cuando buscan un tratamiento psicoterapéutico? Una revisión de la literatura clínica de la década pasada sugiere que los psicoterapeutas son los responsables de proveer – y los pacientes lo esperan – una experiencia de afinidad: un ambiente sostenedor, una relación transferencial de apoyo y empatía. Actualmente dentro del proceso terapéutico parecen haber ganado terreno la seguridad y la compasión sobre el conflicto y la pasión. Michael Vincent, psicoterapeuta y crítico social, comenta: “A lo largo de mi vida profesional he visto suficiente cuidado terapéutico como para concluir que el cuidado indiscriminado es otra forma más de descuido” (pp. 196-197). Tanto las psicoterapias psico-dinámicas como las terapias americanas orientadas al cuerpo
Exploración Psicocorporal a partir de un sueño: una comprensión desde los campos motores.

La vida, como un carrilón, que se enciende una nueva vez L. A Spinetta A continuación me propongo compartir acerca de una experiencia acontecida en el marco de un seminario internacional en Biosíntesis coordinado por Liane Zink. Una de las propuestas de Liane fue trabajar en tríos (paciente, terapeuta y testigo) a partir de un sueño. Allí fuiterapeuta de una compañera que, de aquí en más, llamaré Sol. Días después del seminario surgió un modo de comprensión del desarrollo de la sesión en términos de un devenir de formas del cuerpo: una danza de manifestaciones visibles íntimamente relacionadas con contenidos del alma (más o menos conscientes). El concepto de campos motores desarrollado por David Boadella se presentó como una clave para leer la experiencia. Ya que fue sobre todo lo no verbal en Sol -sumado a la resonancia en mi propio cuerpo- lo que guío el devenir de ese encuentro. El ejercicio Liane propuso tomar un ejercicio como inicio del trabajo en tríos; ejercicio que todos los participantes habíamos realizado la primera mañana de seminario. Así lo recuerdo: 1- Colocar ambas manos sobre el pecho (una encima de la otra, buscando la presión adecuada para profundizar la sensación de contacto). 2- Mano izquierda permanece sobre el pecho, mano derecha va hacia el frente del cuerpo, se extiende el brazo: mirar la mano y ver “allí” el sueño… ¿Qué veo? 3- Mano derecha vuelve al pecho, mano izquierda va hacia el frente: mirar la mano y “ser el sueño” mirándome a mí misma en esa mano…¿Qué ve el sueño? 4- Alternar manos y perspectivas, las veces que necesitemos. La sesión Sol comenzó contándome su sueño: Iba a la casa de mi tía…que en el sueño en realidad era la casa de mi abuelo… mi abuelo muerto hace muchos años… el papá de mi tía y de mi papá. Había mucha gente en un patio, no sé quiénes eran…. yo estaba ansiosa…cuando estaba en la cocina con mi hermano me sentía más tranquila…con mi hermano íbamos a llevar platos con comida al patio, pero cuando los llevábamos yo me había comido la mitad, un montón de la comida… aparecía mi abuela …aparecía por atrás mío y me decía “siempre igual vos, no cambias más, siempre lo mismo con la comida”… luego aparecía mi abuelo y decía “va a ser difícil esta mujer, cuando envejezca”, refiriéndose a mi abuela. Sol parecía navegar en aguas revueltas. El modo de relatar el sueño tenía una impronta de incomodidad. Tuve la impresión de que el sueño “no le dejaba espacio”, “la atacaba”, “se le venía encima”. Al mismo tiempo parecía sentirse a gusto conmigo, cada tanto mirándome y estableciendo un cálido contacto visual. Parecía bueno sostener un espacio de sesión que pudiera mantenerse pulsando en una cualidad diferente y diferenciada de la del sueño: un espacio seguro, lento y respetuoso. Sol se tomó un momento para realizar el ejercicio mencionado y al finalizar me contó que cuando el sueño la miraba, veía algo todo borroso, indefinido: una bruma la cubría. Por otro lado, cuando era ella quien miraba al sueño, sentía tristeza. Le pregunté si el sueño la miraba a través de los ojos de alguno de sus personajes. Me respondió que no, que era el sueño entero mirándola. Luego le pregunté si ella, al mirar el sueño, veía destacarse a algún personaje por sobre otros…si había algún protagonista. También me dijo que no. De momento íbamos golpeando puertas, viendo si alguna se abría. Le pregunté a quién iba dirigido el comentario de la abuela. Me dijo que era un comentario dirigido solo a ella, que venía desde atrás, desde sus espaldas, algo solo para sus oídos. Desde el comienzo de la sesión Sol estaba sentada en el piso, con las piernas cruzadas, si bien su espalda estaba apoyada, la impresión era que su cuerpo no parecía “tomar” el respaldo. El campo de flexión no parecía un buen lugar, un lugar agradable de estar, sino más bien un modo de protección frente a eso confuso, borroso, triste y amenazante que prefiguraba el sueño. Continuaron así algunas preguntas exploratorias que desplegabanun poco el material del sueño y a la vez abonaban el espacio seguro de la sesión. Entonces surgió otra pregunta que llevó a algo nuevo en el devenir de la sesión: ¿Cómo sentís el cuerpo al contactar con tu hermano del sueño? Sol cerró los ojos y habitó un rato el silencio. La habitación parecía ampliarse y llenarse de una cualidad más luminosa y calma. Ir a buscar al hermano del sueño al cuerpo parecía traer el sol de vuelta Sol: ella resplandecía. Su respiración se centró e irradiaba otra presencia. Ahí fue que extendió las piernas y las palmas de sus manos se voltearon para mirar el techo. Un nuevo gesto en la habitación. ¿Qué habría pasado allí? Me contó sobre su percepción de que una corriente de energía había bajado hacia su pelvis y eso se sentía bien. Su modo de hablar era otro, más blandito, aliviado. Coloqué mis manos sobre las plantas de sus pies, con la intención de alentar y dar borde a esa extensión. Ofrecer un campo de oposición para dar entidad a eso nuevo: como diciendo “mirá…extendiste las piernas…sentí hasta donde llegas, sentí tu fuerza”. Sol recibió bien ese contacto y me contó sobre una sensación de que algo confluían hacia abajo con más fuerza. La sesión transcurría bastante silenciosa. Sol realizaba cada tanto unos movimientos de la cabeza y cuello. Había como una cierta alternancia de la energía: la corriente de vida hacia abajo -más placentera, habilitante y digna- en puja con una corriente de repliegue de la energía hacia la cabeza y nuca -que volvía a traer un aroma de ataque, de crítica. ¿Cómo apoyar la línea de vida? Quise proponerle amplificar el movimiento de rotación de la cabeza que hacía espontáneamente…seguirlo. Opté por no entrar con una consigna verbal a un trabajo voluntario, por temor a despertar algo de exigencia. En vez de eso Sol se recostó en el piso y algo del campo de extensión se amplificó. Se acostó como una estrella de cinco puntas: brazos y piernas abiertas y
Relato: La Flor.

Autor del relato: Leonardo Colangelo Comentarios «Una mirada desde la Biosíntesis», a cargo de Gastón Rigo- Ya no podía bajar sola de la cama, hacía unas semanas que tampoco podía subir. Justo ella, Romita, que había saltado desde una terraza a lo del vecino, ni bien llegó a su nueva casa, y siguió corriendo como si nada. Tenía problemas de cadera, como muchos perros labradores y ya no comía su alimento de bolsa. Esa noche Leo le había dado pollo que le encantaba y se relamía, los dos lo disfrutaron mucho. A la mañana siguiente Leo se levantó y le preparo la pastilla, que le había recetado el veterinario, dentro de un pedacito de pellejo de pollo crocante. Salió al jardín y la llamó silbando. No la encontró, había viento y sol y las ramas de los árboles se balanceaban rítmicamente. Miró a su izquierda donde crece la rosa china, rápido miró en dirección opuesta a la derecha, hacia las palmeras, la vio acostada y caminó y no pensó y el viento y el movimiento y las plantas…Fue un instante donde todo se detuvo, no hubo percepción, hasta que vio los ojos de Roma desde ese momento inmóviles para siempre. Respiró profundo y vio momentos. La vez de la nevada en Bs. As. que era una cachorrita y recordó la foto, cuando salían a pasear y agarraba la correa con los dientes, cuando su hijo se le tiraba encima y ella no hacía nada. Con dolor y determinación la arrastró por el pasto hasta un pozo que había realizado. Luego de gran esfuerzo bajó el cuerpo de su animal (Roma ya no estaba) al fondo del pozo y lo cubrió de tierra. Lloró como nunca, como por nadie lo había hecho. Recordó a su padre y pensó que las relaciones se hacen de a dos, en vida, que tal vez por eso no lloró su partida y ahora por su perrita querida sí lo estaba haciendo. A la noche soñó. Fue extraño aquel sueño, corto, conciso, económico, pero muy revelador: “El tío Guille (que no era su tío sanguíneo, cosa irrelevante, a efectos pragmáticos u oníricos) llegaba a la habitación apareciendo desde lo oscuro, patinando con los patines botita de Tato Bores (en mi casa se vio los domingos de toda la niñez de su programa) haciendo una vuelta sobre su eje y todo”. “Al acercarse le pregunta a Leo cómo estaba con su padre, si estaban bien y si hacía mucho que no lo veía”. (Él conocía su relación. Hablaron cuando murió, Leo no fue a despedirlo, no supo si se iba a arrepentir , pero por muchas razones o por ninguna valedera decidió no ir). “Atrás estaba Tito, el padre de Leo, sin bigotera de oxígeno, caminando con normalidad” (había muerto de una enfermedad terminal que duro más de 10 años). “Atento a la situación Tito contesta, que en septiembre van a ser 3 años. Mariana y Federico hicieron una broma sobre el cigarrillo y se rieron con complicidad. Leo le contesta a Guille que con Tito estaba todo bien”. “Al costado izquierdo del cuarto donde estaba la sombra había una planta que empezaba a florecer formando un pequeño pimpollo color fucsia, al descubrirla la llevaron a la derecha a la zona de la luz”. Ese fue todo el sueño. Sin comprenderlo, se levantó tranquilo como pocas veces en su vida, o como ninguna. A los pocos días Leo, casualmente, habló con su madre del tío Guille. También a los pocos días de haber hablado con su Madre, casualmente, Leo recibió un llamado del Tío Guille. Por supuesto llegado el momento, dejando pasar algunos temas Leo contó a Guille que hacía pocos días había soñado con él y su Padre y que lo había visto en paz y en buen estado de salud como nunca lo había visto antes (en vida). Guille lo escuchó atentamente y le contó que la relación de Tito con su padre Enrico fue menos cordial que afectuosa, que poco había recibido y que por eso tampoco era mucho lo que había podido dar y que a su entender el mensaje que Tito había venido a traer a Leo era el de pedirle perdón. En texto Coleridge se lee lo siguiente: “Si un hombre atravesara el Paraíso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí, y si al despertar encontrara esa flor en su mano…” Las palabras del tío Guille fueron la representación de la voluntad de Tito, en el sueño de Leo, fueron la flor de Coleridge . Tal vez como hablan muchos mitos de muchas diferentes culturas a la hora de la última exhalación uno ve su vida completamente. Tal vez en ese instante Tito comprendió en alma otra cosa que nunca pudo comprender en vida. Tal vez por eso en el sueño dice que no lo veía desde hace tres años, justamente desde el momento de su muerte, en el que pudo percibirse y ver a su hijo. Yo soy Leo tu hijo y te perdono Pa por no haberme dedicado tiempo en mi infancia, por no haber estado conmigo, por haberme despreciado, por no permitirme destapar el vino, por haberme querido estafar: por no haber sabido aprovecharme. Ahora que soy padre y me relaciono con mis hijos y los protejo y juego con ellos, sé de todo lo que nos perdimos, me queda una sensación de pena, pero una pena tranquila, mansa: como atardecer cálido. Lo raro es que ahora luego de tu muerte siento que tenemos una relación mucho más vital, como el día que estaba arreglando la aspiradora con Sofi y sentí que estábamos juntos. Seguramente nos crucemos en otro sueño y nos demos un fuerte abrazo (seguramente ya sucedió). Una mirada desde la Biosíntesis En el año 2015 en el marco del Congreso Internacional de Biosíntesis en Natal, Silvia Boadella en su conferencia “Naciendo y Muriendo” nos transmitió la importancia de “dejar ir lo que ya no sirve”. Y eso es la esencia del